La Fundación Rafael del Pino albergó, el pasado día 3 de julio, la Conferencia Magistral de Paul Krugman titulada «¡Acabad ya con esta crisis!«, con motivo de la presentación de su libro de igaul título, editado por Crítica. El acto tomó la forma de un debate entre el autor de la obra, Paul Krugman; Pedro Schwartz, Catedrático Emérito de la Universidad San Pablo – CEU; y Manuel Conthe, Director del Consejo Editorial del diario Expansión.
En declaraciones previas al debate, Paul Krugman, galardonado en 2008 con el Premio Nobel de Economía y considerado como uno de los economistas más destacados e influyentes de su generación, sostuvo que “España necesita deshacerse de todo el lastre económico generado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Para ello, ha de mejorar su balanza comercial a través de un incremento de sus exportaciones e incrementar el tamaño de su sector comercial. España necesita, por tanto, ser mucho más competitiva en los mercados internacionales, lo que requiere que los costes de la economía española caigan frente a los del resto de Europa”.
La opinión del Profesor Krugman respecto a la implementación de políticas de contención del gasto público fue tajante: “La estrategia de austeridad no funciona. Con elevadísimos niveles de desempleo, la lógica de la austeridad ya parecía equivocada en 2010 y, dos años después, ha demostrado su ineficacia. Así que necesitamos desesperadamente poner en marcha estrategias que fomenten la creación de puestos de trabajo y crecimiento; no una estrategia que ya ha demostrado su fracaso”.
Paul Krugman no cree que el calendario electoral estadounidense o el reciente acuerdo del Consejo Europeo vayan a reducir la presión de los mercados sobre Europa: “Los Estados Unidos tienen muchos problemas, pero el acuerdo europeo alcanzado la semana pasada no es tan importante. Supone, sí, un paso en la dirección adecuada, pero se trata de un paso muy pequeño. Si nos fijamos en el impacto respecto al sector financiero, posiblemente sea mayor y mejor que sobre el resto de la economía, pero tampoco es suficiente. El pacto alcanzado en Europa no se encarga del mayor problema, el de la vuelta al crecimiento. Es una buena noticia, pero solo porque estamos acostumbrados a que la Comisión Europea produzca muy malas noticias”.