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Un debate plural sobre la economía española

Daniel Lacalle, Emilio Ontiveros y Juan Torres

Resumen

Estamos en una fase de recuperación económica, pero, por ahora, es frágil, no tiene la calidad suficiente para que la gente perciba la mejora. Esta es una de las principales conclusiones del debate entre Daniel Lacalle, Emilio Ontiveros y Juan Torres, celebrado con motivo de la presentación del libro Hablando se entiende la gente. Un debate plural sobre la economía española, del que los tres son autores. Con motivo de la presentación del libro Hablando se entiende la gente. Un debate plural sobre la economía española, la Fundación Rafael del Pino ha acogido un debate entre sus autores: Daniel Lacalle, gestor de inversiones y columnista de El Confidencial; Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y presidente de Analistas Financieros Internacionales, y Juan Torres, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla y uno de los autores del documento de bases para la posterior elaboración del programa económico de Podemos. El debate se inició con el análisis de los resultados de las elecciones catalanas desde el punto de vista económico. Los tres participantes coincidieron en la necesidad de diálogo en Cataluña para encontrar una solución. Emilio Ontiveros destacó que “a los mercados no parece importarles en exceso” la victoria de los separatistas porque no creen que, con esos resultados, Cataluña se vaya a separar de España. Por su parte, Daniel Lacalle advirtió que, desde 2010, se han marchado de Cataluña 3.900 empresas y la inversión extranjera en esta autonomía se ha reducido en un 60% como consecuencia de las tendencias separatistas. A su vez, Juan Torres señaló que “seguimos sin tener un proyecto de España que sea atractivo para todos los españoles”. El debate entró, a continuación, en el contenido del libro y se pasó a analizar, en primer lugar, las causas de la crisis económica. Los tres expertos coincidieron en que las causas residían en los desequilibrios macroeconómicos, el excesivo endeudamiento y el elevado grado de bancarización de la economía española. Lacalle, además, criticó que se suplantara la burbuja inmobiliaria por otra derivada de las medidas contracíclicas que se pusieron en marcha para atajar la crisis y destacó como elementos positivos la rapidez con que se produjo la reducción del endeudamiento de familias y empresas, la reforma financiera y la rapidez con que se corrigieron los desequilibrios macroeconómicos. Torres, por su parte, opinó que la crisis también se debía a la concentración del poder económico en pocas manos, a la falta de competencia, a una dependencia excesiva del gasto público por parte de las empresas y a un mercado laboral asimétrico. Ontiveros, en cambio, hizo especial hincapié en la reducción del crecimiento potencial de la economía porque se han contraído todos los elementos que producen este crecimiento: el capital físico, el capital tecnológico, el capital humano y el capital social (confianza en las instituciones y en los demás). A su juicio, es prioritario restaurar esas cuatro formas de capital, sobre todo el capital social. Por lo que se refiere a los esfuerzos para combatir la crisis económica, los tres expertos se mostraron de acuerdo en que la política monetaria por sí sola no puede resolver los problemas si no viene acompañada de otro tipo de medidas. Torres señaló la necesidad de que la política fiscal funcionara bien y criticó que la expansión monetaria que está llevando a cabo el Banco Central Europeo no esté llegando a la economía. Para Lacalle, la clave reside en tomar también medidas de apoyo a la creación de empresas y a la generación de empleo y puso como ejemplo de éxito en este sentido el caso de Estados Unidos y cómo está saliendo de la crisis con un crecimiento económico de más del 2% y una tasa de paro del 5%. Ontiveros coincidió con esta última apreciación y destacó que las medidas que se han tomado en EE.UU. reflejan que tienen memoria de la Gran Depresión, lo que justificó la adopción de programas de estímulo económico y de apoyo a la creación de empresas. Europa, en cambio, las primeras decisiones de política económica adoptadas agudizaron más la caída de la demanda, incrementaron el endeudamiento público y provocaron la muerte de empresas. Ahora el problema es la capacidad de que las economías crezcan y puedan afrontar el servicio de ese endeudamiento. Por lo que se refiere a la economía española, los tres expertos coinciden en que, en efecto, estamos en una fase de recuperación, pero, por ahora, es frágil, no tiene la calidad suficiente para que la gente perciba la mejora, en palabras de Ontiveros. Para el catedrático de la UAM, las claves del cambio de tendencia residen en la política monetaria del BCE, el rescate de nuestro sistema financiero, la depreciación del euro frente al dólar, el aumento de la propensión exportadora de las empresas españolas y la mayor diversificación geográfica de sus ventas al exterior, el abaratamiento del petróleo y la bajada de salarios. El problema es que la política del BCE tiene fecha de caducidad, que no está claro que el euro vaya a seguir bajando frente al dólar, que no se sabe si el petróleo seguirá bajo y que “no es inteligente” mantener bajos los salarios porque frenan el consumo y el proceso de reducción de deuda de las familias. Para Lacalle, la fragilidad de la recuperación reside en los altos niveles de desempleo, en la falta de movilidad laboral y en el reducido espíritu de emprendimiento en la sociedad española. A su juicio, para consolidar la recuperación se necesita mejorar las condiciones para la creación de empresas y para el desarrollo de su actividad y no cargar a las empresas innovadoras, dinámicas y eficientes con los impuestos de las ineficientes. A su vez, Torres señaló que las debilidades de la recuperación se encuentran en un incremento insostenible del endeudamiento público, en que los factores económicos que la explican son, en buena medida, coyunturales; en el ciclo político que ha impulsado el gasto de los ayuntamientos y las comunidades autónomas; en la caída de los salarios y en un nuevo modelo de relaciones laborales que, a en su opinión, supone una pérdida de bienestar muy importante. También considera que la recuperación puede verse amenazada por un entorno internacional adverso, sobre todo teniendo en cuenta la situación de China, y por los problemas institucionales que padece España. ¿Cuál es la receta de estos expertos para superar la crisis? Para Lacalle, lo que se debe hacer es facilitar que las empresas aumenten de tamaño, que se reduzca la excesiva dependencia de la banca que tiene la economía española para su financiación y que la política fiscal no castigue a quien sobrevive a la crisis. Torres, por su parte, recomienda aumentar el peso de la masa salarial en el conjunto de las rentas, fortalecer los mercados internos, aliviar la deuda de las familias, dinamizar la financiación empresarial con la creación de bancos públicos, regenerar las instituciones y abrir un debate sobre la unión monetaria europea. Para Ontiveros, lo urgente es dejar trabajar al BCE y flexibilizar los objetivos de déficit presupuestario y lo importante es fomentar la competitividad, mejorar el conjunto del capital social, en especial el capital tecnológico; que el sistema bancario esté bien regulado y supervisado; mejorar la cultura y las actitudes hacia la empresa y la asunción de riesgos y la conciliación con Europa.

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