Conferencia Magistral Timothy Snyder

Sobre la libertad

La Fundación Rafael del Pino organizó, el día 4 de febrero de 2025, la Conferencia Magistral «Sobre la libertad» que impartió Timothy Snyder con motivo de la publicación de su último libro de igual título editado por Galaxia Gutenberg.

Timothy Snyder es titular de la cátedra Housum de Historia en la Universidad de Yale y es fellow permanente del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. Se doctoró en Oxford y ha sido investigador en las universidades de París, Viena, Varsovia y Harvard. Sus libros anteriores recibieron destacados premios. Es autor de Tierras de sangre. Europa entre Hitler y Stalin (Galaxia Gutenberg, 2011), traducido a trece idiomas, que recibió doce premios, entre ellos el Premio Hannah Arendt de Pensamiento Político, el Premio Leipzig para la Comprensión Europea y el Premio Emerson de Humanidades de la Academia Americana de las Artes y las Letras. Ayudó a Tony Judt a escribir una historia temática de las ideas políticas y de los intelectuales en política, Pensar el siglo xx (2012). Sus artículos académicos han aparecido en revistas como Past and Present y Journal of Cold War Studies; también ha escrito en The New York Review of Books, Foreign Affairs, The Times Literary Supplement, The Nation y The New Republic así como en The New York Times, The International Herald Tribune, The Wall Street Journal, en otros periódicos. Es miembro del Comité de Conciencia del Memorial del Holocausto de Estados Unidos y del Consejo Asesor del Instituto Yivo de Investigaciones Judías. Sus libros El príncipe rojo. Las vidas secretas de un archiduque de Habsburgo (2014), Tierra negra. El Holocausto como historia y como advertencia (2015); Sobre la tiranía (2017) y El camino hacia la no libertad (2018) también han sido publicados por Galaxia Gutenberg.

Resumen:

El historiador Timothy Snyder ofreció en Madrid una conferencia magistral con motivo de la publicación de su libro Sobre la libertad (Galaxia Gutenberg). En su intervención, planteó una reflexión profunda sobre el concepto de libertad y los peligros de su interpretación limitada. Su argumento principal giró en torno a la diferencia entre libertad negativa y libertad positiva, defendiendo que la primera, basada en la ausencia de interferencias externas, es insuficiente y puede llevar a la concentración del poder en manos de unos pocos. En contraposición, la libertad positiva es aquella que se basa en la creación de condiciones que permitan a las personas desarrollar su autonomía y vivir con dignidad.

La libertad no es un estado natural, sino un proyecto colectivo

Snyder comenzó desafiando la idea de que los individuos nacen libres de forma inherente. Según él, nadie es libre por sí mismo, sino que la libertad es un proceso que requiere educación, oportunidades y seguridad. La visión simplista de la libertad como una lucha contra restricciones externas ignora el hecho de que, para ejercerla, las personas necesitan un entorno que la haga posible.

Ejemplificó esto con la infancia: un bebé no nace libre, sino dependiente de otros. Su capacidad para llegar a ser un individuo autónomo depende de la sociedad en la que crezca, del acceso a recursos como la educación y la salud. Si la libertad fuera simplemente la ausencia de restricciones, un niño criado sin apoyo sería libre, pero en realidad estaría condenado a la indefensión.

El peligro de la “libertad negativa” y el poder sin control

Uno de los ejes centrales de la conferencia fue la crítica a la libertad negativa, que entiende la libertad solo como la ausencia de intervención gubernamental. Snyder advirtió que esta visión, predominante en el mundo anglosajón, ha sido utilizada para justificar el debilitamiento del Estado y la acumulación de poder en manos de grandes fortunas y corporaciones.

Como ejemplo, mencionó la situación actual en Estados Unidos, donde un grupo de personas cercanas a Elon Musk ha logrado infiltrarse en el sistema gubernamental y manipular aspectos clave del funcionamiento del país. Según Snyder, estos individuos no han sido elegidos democráticamente, pero tienen capacidad para interrumpir pagos gubernamentales y socavar la autoridad del Congreso. Esta concentración de poder, dijo, es el resultado directo de una ideología que promueve la desregulación absoluta bajo el pretexto de la libertad.

Otro ejemplo de este problema es la eliminación del sistema que permitía a los ciudadanos estadounidenses pagar sus impuestos directamente al gobierno. Musk lo calificó como un caso de «intervención estatal innecesaria», cuando en realidad era un servicio que facilitaba la vida a los contribuyentes. Para Snyder, esto demuestra cómo la retórica de la libertad negativa se usa para desmantelar servicios esenciales y favorecer a intereses privados.

La verdadera libertad requiere condiciones para vivir con dignidad

En contraposición, Snyder defendió la libertad positiva, que no solo implica la ausencia de opresión, sino la existencia de condiciones que permitan a los ciudadanos ejercer su autonomía de manera efectiva. Para ilustrarlo, utilizó ejemplos históricos y contemporáneos:

  • Los campos de concentración nazis: Tras la Segunda Guerra Mundial, se hablaba de la «liberación» de los campos, pero en realidad, las víctimas no fueron automáticamente libres. Sin atención médica, alimento y apoyo psicológico, muchos murieron poco después de ser rescatados. La ausencia de opresión no es suficiente; la libertad debe ir acompañada de oportunidades reales para vivir con dignidad.
  • La guerra en Ucrania: Snyder explicó que los ucranianos diferencian entre “desocupación” (expulsar a los invasores) y “liberación” (reconstruir escuelas, carreteras y hospitales). No basta con eliminar la amenaza militar, sino que es necesario restaurar las condiciones para una vida normal. Un pueblo devastado por la guerra no puede considerarse libre hasta que sus habitantes tengan acceso a servicios básicos.
  • La vida cotidiana: De manera más cercana, mencionó ejemplos como la movilidad, la educación y el acceso a la sanidad. ¿Puede ser realmente libre una persona que no puede moverse porque no hay transporte público? ¿O un niño sin acceso a educación de calidad? Para Snyder, la respuesta es no.

El papel del gobierno:¿enemigo o garante de la libertad?

Una de las afirmaciones más provocadoras de Snyder fue que el gobierno no es un enemigo de la libertad, sino que, en muchas ocasiones, es su principal defensor. En su opinión, una visión extrema de la libertad negativa ha llevado a demonizar cualquier acción gubernamental, incluso aquellas que garantizan derechos básicos.

Señaló que, paradójicamente, los países europeos, que ofrecen sanidad y educación universal, tienen niveles de libertad mayores que Estados Unidos según las propias mediciones de organismos como Freedom House. Esto demuestra que un gobierno activo no tiene por qué ser sinónimo de opresión, sino que puede ser un facilitador de la libertad.

La captura del concepto de libertad por la extrema derecha

Snyder alertó sobre el hecho de que la extrema derecha ha monopolizado el discurso sobre la libertad, redefiniéndola de forma que beneficia a los más poderosos. Un ejemplo claro es la tergiversación del concepto de libertad de expresión: en Estados Unidos, se ha impuesto la idea de que la libertad de expresión consiste en que las élites multimillonarias puedan difundir sus mensajes sin restricciones, en lugar de garantizar que los ciudadanos menos poderosos puedan expresarse sin miedo a represalias.

En su visión, la verdadera libertad de expresión no trata solo de la ausencia de censura gubernamental, sino de proteger a las personas vulnerables para que puedan hablar sin ser silenciadas por intereses más poderosos.

La libertad es un esfuerzo colectivo, no un privilegio individual

Para finalizar, Snyder insistió en que la libertad no es un derecho automático ni un privilegio que uno obtiene solo por existir. Es un proyecto colectivo que requiere esfuerzo, cooperación y estructuras sociales que la hagan posible.

Además, hizo un llamamiento a que la palabra “libertad” no sea monopolizada por la derecha radical. Explicó que, aunque en Europa existen más garantías para la libertad real que en EE.UU., se habla menos de ella en el discurso público. Según él, es fundamental reivindicar el concepto de libertad desde posiciones progresistas, para evitar que siga siendo utilizado como una excusa para la desregulación y la acumulación de poder en manos de unos pocos.

La conferencia de Timothy Snyder fue una defensa de la libertad positiva como la única forma de garantizar una sociedad realmente libre. Criticó la visión individualista de la libertad, que ha permitido el debilitamiento del Estado y la concentración de poder en manos privadas. En su lugar, propuso una noción de libertad que requiere un entorno social adecuado, donde las personas tengan derechos, oportunidades y seguridad para desarrollarse plenamente.

Para Snyder, la gran lucha de nuestro tiempo es recuperar el verdadero significado de la libertad y evitar que se convierta en una excusa para la desigualdad y el autoritarismo.

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