La Fundación Rafael del Pino acogió la Conferencia de Robert J. Barro titulada «Los estímulos fiscales como estabilizadores de la economía», dentro del ciclo de Conferencias Magistrales «Enseñanzas de la crisis», el día 29 de septiembre de 2010
Robert J. Barro afirmó que «he realizado cálculos respecto al llamado multiplicador del gasto; es decir, la respuesta del PIB a los cambios que realiza el gobierno en su política de gasto en bienes y servicios. Para ello he usado series históricas de datos referidos a la economía estadounidense. Y he comprobado que, efectivamente, hay un efecto positivo del aumento del gasto público sobre el PIB. Pero este efecto es marginal, lo que es muy importante en este contexto. Si aplicamos esta conclusión al paquete de estímulos fiscales del bienio 2009-2010 en los EEUU, podemos cuantificar el impacto sobre el PIB de 2009 en un aumento de un punto porcentual y de menos de medio punto porcentual en 2010. Es un efecto muy pequeño y, lo que es peor; el endeudamiento público ha aumentado debido al incremento del gasto, lo que significa que, a largo plazo, el efecto global será negativo ya que hará falta una subida de impuestos para pagar ese aumento de la deuda. Si consideramos simultáneamente todos estos elementos, vemos que ese pequeño efecto positivo en el crecimiento económico en el bienio 2009-2010 se verá contrarrestado, en el futuro, por los problemas derivados del aumento de la deuda pública y el previsible aumento de impuestos para financiarla. Creo que, dada la actual situación de déficit fiscal en los EE.UU., el esfuerzo debería haberse orientado hacia los recortes de impuestos y no hacia el aumento del gasto público. En el aspecto fiscal, antes que haber realizado devoluciones de impuestos a los contribuyentes, el paquete de estímulos fiscales debería haberse concentrado en recortar los tipos marginales de los impuestos».
Respecto a la efectividad de los programas de lucha contra la pobreza global, Robert J. Barro sostuvo que «la reducción de la pobreza global en los últimos veinte o treinta años no se ha logrado mediante los programas de ayuda económica a los países más desfavorecidos. Estos programas son contraproducentes a la hora de impulsar el crecimiento económico. Los mayores logros, desde la década de los 80, se han reflejado en las experiencias de China y la India, cuyas tasas de crecimiento económico han sido muy importantes, impensables en años anteriores, y han logrado sacar de la pobreza a millones de personas. Estos dos países han sido el factor determinante a la hora de reducir las tasas globales de pobreza. Sin embargo, el mayor fracaso de los esfuerzos para reducir la pobreza lo hemos visto en el África Subsahariana. Estamos hablando de países que han sido grandes receptores de programas de ayuda que no han logrado sus objetivos. No creo que las ayudas internacionales sean un factor determinante en la lucha contra la pobreza en el mundo. Si, como consecuencia de la crisis, hay una reducción de estos programas, creo que habrá un impacto positivo en la lucha contra la pobreza a nivel global».
Robert J. Barro ha pronunciado su conferencia en el marco del ciclo «Enseñanzas de la crisis». La Fundación Rafael del Pino celebra este ciclo de conferencias que abrió Enrique V. Iglesias y en el que también han participado Michel Camdessus, David C. Schmittlein, Richard M. Locke, Finn E. Kydland, Stefan Ingves, Julio María Sanguinetti, Andreu Mas-Colell, Juergen B. Donges, Makoto Utsumi, Dani Rodrik y Luis Garicano En el mismo intervendrán Robert E. Lucas y Moisés Naím.