Javier García, Miguel Hoyos, María José Alonso, Pablo Artal y Fernando Temprano.
La Fundación Rafael del Pino organizó, el pdía 24 de noviembre de 2025 la presentación de las conclusiones del informe INTEC 2025 de su Cátedra ciencia y sociedad titulada «Presentación del informe INTEC 2025. Una hoja de ruta para la innovación en tiempos complejos» en el que participaron Javier García, Miguel Hoyos, Andrés Pedreño, Pablo Artal y Fernando Temprano.
El acto de desarrolló de acuerdo al siguiente programa:
19:00h Bienvenida
Diálogo «Diez tecnologías para impulsar España» en el que intervendrán Javier García, Director de la Cátedra Ciencia y Sociedad Rafael del Pino y Miguel Ángel Hoyos, periodista en RTVE. Codirector de «Culturas2», director de «Un país para leerlo».
19:30h Mesa redonda «Diez diálogos necesarios entre Ciencia y Sociedad para transformar España»
Pablo Artal Catedrático de óptica en la Universidad de Murcia y director general de Voptica SL.
Fernando Temprano, Cofundador de Talantia.
Rosa Narváez, IT Director Channels, Customer & Data de ING España y Portugal
Alejandro Rodríguez Bolaños, Director de Celera (Moderador)
Resumen:
El 24 de noviembre de 2025, la Fundación Rafael del Pino celebró la presentación del Informe INTEC 2025, elaborado en el marco de la Cátedra Ciencia y Sociedad Rafael del Pino. Bajo el título «Una hoja de ruta para la innovación en tiempos complejos», el informe ofrece una mirada profunda y rigurosa sobre los desafíos científicos, tecnológicos y sociales que está afrontando España en un contexto internacional marcado por la incertidumbre.
La bienvenida al acto subrayó un mensaje que resume bien la filosofía de la Fundación: la ciencia, la innovación y la transferencia tecnológica no son conceptos abstractos, sino palancas reales para fortalecer el progreso económico, social e institucional del país. En un momento de aceleración tecnológica sin precedentes, pero también de polarización, desinformación y crisis de confianza, la Fundación reivindica la necesidad de construir una visión común en la que converjan ciencia, empresa y sociedad.
Un diagnóstico para comprender el presente y proyectar el futuro
En su intervención, Javier García, director de la Cátedra, Premio Nacional de Investigación 2024 y Premio Rey Jaime I de Nuevas Tecnologías, situó las conclusiones del informe en el marco de un mundo sometido a tensiones simultáneas. Por un lado, vivimos una revolución tecnológica que transforma la forma en la que producimos, nos relacionamos y aprendemos; por otro, contemplamos cómo se debilitan instituciones, se reconfiguran fronteras, resurgen conflictos y se amplía la distancia entre la velocidad del cambio tecnológico y la capacidad de respuesta de los sistemas públicos y regulatorios.
España, señaló, no es ajena a estas dinámicas. El país arrastra problemas estructurales —una productividad persistentemente baja, un mercado laboral dual, un endeudamiento elevado y un modelo de crecimiento que no incorpora suficiente valor añadido— que condicionan su capacidad para competir en la frontera tecnológica. A ello se suma la necesidad urgente de actualizar un marco regulatorio que, en muchas ocasiones, no acompaña la velocidad del cambio.
Sin embargo, el informe no se detiene en el diagnóstico, sino que lo emplea como base para imaginar posibilidades y trazar caminos. INTEC 2025 identifica diez tecnologías con potencial transformador para la economía española, seleccionadas tras un análisis exhaustivo de su solidez científica, viabilidad industrial, impacto social y capacidad para reforzar el tejido productivo. No se trata de modas, subrayó García, sino de soluciones concretas para desafíos reales.
Diez tecnologías para un país que quiere liderar
En el diálogo que mantuvo con Miguel Ángel Hoyos, periodista de RTVE, Javier García profundizó en estas tecnologías, que van desde los nuevos materiales y la reducción de la dependencia de materias primas críticas hasta el impulso de una Salud 5.0 capaz de liberar tiempo de los profesionales y orientar el sistema hacia la prevención. También abordó la vital importancia de redes eléctricas inteligentes capaces de sostener la digitalización y la electrificación de la economía; las posibilidades de los reactores de torio y sales fundidas; y el creciente protagonismo de la algoritmia cuántica, que marcará una nueva frontera en la computación avanzada.
La conversación evidenció otro de los mensajes centrales del informe: la inteligencia artificial atraviesa todos los ámbitos, pero no basta con celebrarla o temerla. Es necesario entender sus riesgos, su concentración en manos de muy pocas empresas y su capacidad para profundizar desigualdades si no existe una gobernanza adecuada. La tecnología, recordó García, no es neutra: necesita ser orientada. “Cuanto más tecnológica es nuestra sociedad, más humanista debe ser nuestra educación”, afirmó, recordando que la innovación solo cobra sentido cuando sitúa a las personas en el centro.
Ciencia, empresa y sociedad: un triángulo imprescindible
La reflexión continuó en la mesa redonda «Diez diálogos necesarios entre Ciencia y Sociedad para transformar España», moderada por Alejandro Rodríguez Bolaños, director de Celera. Participaron en ella Pablo Artal, catedrático y emprendedor tecnológico; Fernando Temprano, experto en transición energética; y Rosa Narváez, directora de tecnología y datos en ING España y Portugal.
Cada uno, desde su ámbito, ilustró la complejidad —pero también la necesidad— de tender puentes reales entre la generación de conocimiento y su aplicación en el mundo. Artal describió las dificultades que afrontan los investigadores cuando tratan de llevar al mercado innovaciones disruptivas en sectores tan regulados como la salud. Temprano analizó los desafíos estratégicos de la transición energética, subrayando la importancia de la estabilidad regulatoria y del enfoque técnico en decisiones de largo alcance. Narváez, por su parte, destacó la necesidad de gestionar el cambio tecnológico desde la comprensión profunda de las necesidades humanas, sin caer en la fascinación acrítica por la herramienta.
En conjunto, la mesa dejó un mensaje claro: España dispone del talento, las capacidades científicas y el impulso empresarial necesarios, pero necesita consolidar un entorno que permita transformar ese potencial en competitividad, productividad y bienestar.
Una invitación a actuar
El Informe INTEC 2025 no pretende ofrecer predicciones cerradas ni soluciones mágicas. Es, sobre todo, una invitación a la acción. Una llamada a articular un proyecto compartido que aproveche las oportunidades de esta década decisiva y que haga de la innovación un eje vertebrador del país.
Como recordó Javier García al concluir su intervención, «el futuro se escribe donde se encuentran la ciencia, la sociedad y la empresa». En un tiempo de desafíos globales, España tiene una ventana de oportunidad para reforzar su autonomía estratégica, modernizar su economía y construir un modelo de prosperidad inclusivo.
Aprovechar esa oportunidad requiere valentía, visión de largo plazo y voluntad de colaboración. Pero, sobre todo, exige algo profundamente humano: la capacidad de imaginar un futuro mejor y decidir construirlo juntos.
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