La Fundación Rafael del Pino, dentro de su programa de Conferencias Magistrales, recibió, el día 20 de octubre de 2011, a Jeremy Rifkin, quien pronunció la conferencia “La Tercera Revolución Industrial”, título de su última obra, publicada por la Editorial Paidós.
Respecto a las turbulencias que afronta la Unión Europea, Jeremy Rifkin sostuvo que no podemos permitirnos el desmantelamiento del euro: “Eso dañaría severamente el proyecto de la Unión Europea. Necesitamos austeridad, pero ha de ser razonable; que proteja el sueño europeo y no discrimine a nadie. Habrá recortes, pero deben acompañarse de un plan sólido de crecimiento basado en el concepto de la Tercera Revolución Industrial […] Europa es un mercado de 500 millones de personas, a las que se puede sumar idéntica cantidad en sus principales socios comerciales. Si creamos las infraestructuras tecnológicas, energéticas y de comunicaciones que los unan, estaremos hablando del mayor mercado interno del mundo. Será un mercado sostenible, no dependiente de los combustibles fósiles, que permitirá paliar los efectos del cambio climático y crear un futuro próspero para nuestros hijos”.
El concepto de Tercera Revolución Industrial que defiende Jeremy Rifkin es, en su opinión, el único camino a seguir: “No hay un plan B para salir de la crisis; se trata de aplicar el sentido común. Debemos eliminar nuestra dependencia de los combustibles fósiles, que son cada vez más caros y más escasos, ya que se están agotando. Son, además, los responsables del cambio climático; su uso pone el peligro nuestra supervivencia como especie […]. El único plan posible es usar las energías renovables, en conjunción con las tecnologías de la comunicación e Internet. En el futuro, millones de personas producirán energía verde ‘cosechando’, en sus hogares y puestos de trabajo, el sol en sus tejados, el viento en sus paredes y el calor del subsuelo. Tendrán la posibilidad, gracias a Internet, de compartir esa energía a través de una red energética integrada e inteligente que cubrirá todo el continente europeo y que permitirá crear un mercado eficiente para comerciar con la energía producida. El almacenaje a través de la tecnología del hidrógeno evitará desperdiciar la potencia eléctrica generada que, por último, hará funcionar medios de transporte que usen la electricidad o las células de hidrógeno como fuente de energía. Lograremos así una sociedad que podrá disponer de ‘movilidad verde’. Estos cinco pilares sostendrán una enorme plataforma tecnológica y desarrollarán la Tercera Revolución Industrial. Gracias a ella, dejaremos atrás la era de los combustibles fósiles y se crearán millones de empleos, miles de empresas y una nueva economía, de impacto mucho más reducido sobre el Medio Ambiente. No estoy diciendo que los combustibles fósiles hayan sido malos; han permitido desarrollar nuestra economía y mejorar nuestro nivel de vida respecto a las generaciones precedentes. Pero debemos dejarlos atrás si queremos asegurar la existencia de nuestra civilización y nuestra especie”.