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Versión en español
Resumen
El 14 de diciembre de 2016, se celebró el acto de lanzamiento de la edición española del Global Impact Challenge, una competición promovida en nuestro país por la Fundación Rafael del Pino con la que esta institución, conjuntamente con la Singularity University, pretende hacer un llamamiento a la sociedad para que active creatividad, su talento y su conocimiento para aportar soluciones reales a través de los últimos avances tecnológicos. El acto se inició con la intervención de José Luis Cordeiro, fundador y presidente de la World Future Society y miembro fundador de la Singularity University, quien destacó que, en los próximos veinte años, vamos a ver más cambios que en los últimos dos mil, como consecuencia de un crecimiento exponencial en los desarrollos tecnológicos que ha sacado al mundo de la trampa malthusiana. El desarrollo económico es cada vez más rápido. De esta forma, mientras Occidente necesitó doscientos años para llegar donde está ahora, las economías emergentes están recorriendo este trayecto solo en unas pocas décadas. Por lo que se refiere al desarrollo tecnológico, si la ley de Moore -cada dos años se duplica la capacidad de procesamiento de los ordenadores- en veinte años alcanzaran la complejidad de la mente humana y luego la superaran, un hecho este que se conoce como singularidad. Cordeiro, incluso, se atrevió a vaticinar que, en 2029, la inteligencia artificial habrá alcanzado a la inteligencia humana, lo que supondrá el fin de la humanidad tal y como la conocemos ahora porque el hombre se unirá a esos avances tecnológicos, se fundirá con ellos. En los próximos treinta años tendremos aparatos más pequeños que un pendrive, pero con más capacidad de procesamiento que un cerebro humano. En diez años se podrá secuenciar todo el genoma humano de forma rápida, económica e individualizada para que nadie fallezca como consecuencia de enfermedades de transmisión genética. La medicina, entonces, será preventiva. También podremos conocer a la perfección de dónde venimos gracias a un árbol genealógico elaborado a partir de nuestro genoma. Y, en el futuro, se podrán diseñar las características de nuestros hijos. La singularidad será fruto de la convergencia de la nanotecnología, la tecnología de la información y las comunicaciones, la biotecnología y la cognotecnología. Respecto a esta última, hay que tener en cuenta que el cerebro es la frontera final del conocimiento humano, porque es la estructura más compleja del mundo, pero los científicos ya están planteando el desarrollo de un cerebro externo al que vamos a estar conectados y que nos dará más inteligencia. El objetivo para los próximos cincuenta años es resolver los problemas de la humanidad gracias a la tecnología, aunque nos cueste comprenderlo. Pero esto se debe a que el cambio tecnológico es exponencial, mientras que el cerebro sigue pensando de forma lineal. Y entre ellos está el desarrollar la capacidad de rejuvenecer el cuerpo, lo que será posible en veinte o treinta años. De momento, en cinco años seremos capaces de curar a los tetrapléjicos. Y en un futuro no muy lejano podremos vencer a la muerte.
La Fundación Rafael del Pino no se hace responsable de los comentarios, opiniones o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades y que son expresadas como resultado de su derecho inalienable a la libertad de expresión y bajo su entera responsabilidad. Los contenidos incluidos en el resumen de esta conferencia, realizado para la Fundación Rafael del Pino por el profesor Emilio González, son resultado de los debates mantenidos en el encuentro realizado al efecto en la Fundación y son responsabilidad de sus autores.
The Rafael del Pino Foundation is not responsible for any comments, opinions or statements made by third parties. In this respect, the FRP is not obliged to monitor the views expressed by such third parties who participate in its activities and which are expressed as a result of their inalienable right to freedom of expression and under their own responsibility. The contents included in the summary of this conference, written for the Rafael del Pino Foundation by Professor Emilio J. González, are the result of the discussions that took place during the conference organised for this purpose at the Foundation and are the sole responsibility of its authors.