
Las redes orgánicas y sociales, desde los sistemas inmunitarios humanos hasta la movilidad poblacional, son por definición adaptativos, y cualquier perturbación afecta a la precisión de las predicciones. Se necesitarán nuevos tipos de IA y nuevos enfoques que superen a las visiones compartimentadas.
Las estrategias de IA en salud deben articularse, asimismo, asumiendo que los hospitales y los sistemas sanitarios se enfrentan a una ola creciente de ciberataques impulsados por el alto valor económico de los datos de los pacientes, incluidos los historiales clínicos electrónicos (HCE). El sector sanitario se ha convertido, de hecho, en el más atacado de la UE en los últimos cuatro años, incluso durante la pandemia de COVID-19.
Hay que promover la «inteligencia aumentada»: la finalidad de la IA debe ser asistir y no sustituir a los profesionales sanitarios, que siguen siendo necesarios para proporcionar contexto clínico a los algoritmos y para traducir sus hallazgos en decisiones en beneficio de para los pacientes.
La gobernanza de la IA constituye, de hecho, un concepto relativamente nuevo para los sistemas de salud. Implica revisar y evaluar las herramientas individuales de IA para garantizar que se puedan utilizar de forma segura y eficaz, y que cumple la legislación aplicable.
Los sistemas de IA inevitablemente absorben y perpetúan la infrarrepresentación de ciertos grupos o los sesgos de género en el tratamiento de los datos con los que se alimentan. Si no se adoptan las precauciones oportunas, los algoritmos pueden predecir menores riesgos para la salud en poblaciones que históricamente han tenido menos acceso a los servicios de salud; no porque sean más saludables, sino porque hay menos uso documentado de la atención médica.
La IA puede automatizar tareas para liberar tiempo y permitir que los médicos se centren más en sus pacientes, «humanizando» la atención de nuevas maneras. El síndrome de burnout en profesionales sanitarios ha aumentado.
Se estima que los equipos de atención primaria pueden utilizar soluciones de voz basadas en IA para documentar automáticamente las conversaciones con sus pacientes en, al menos, el 60% de las visitas. Esto puede permitir a los médicos atender hasta nueve pacientes adicionales al mes.
El 70% de las tareas del personal sanitario podrían reinventarse, de hecho, mediante la mejora tecnológica. Solo en enfermería, la automatización puede liberar el 20% de las tareas repetitivas y de menor complejidad.
Desde un punto de vista más sistémico, el concepto de gemelo digital para la salud (DT4H) promete revolucionar todo el modelo sanitario, incluyendo la gestión y la prestación de servicios, el tratamiento y la prevención de enfermedades, y el mantenimiento del bienestar.


