En medicina, muchas veces lo más importante es disponer de diagnósticos precisos y acertados. Un buen diagnóstico desempeña un papel fundamental en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes. Recientemente, gracias a los avances en campos tan dispares como la genética, la fotónica y la inteligencia artificial, han emergido nuevas tecnologías de diagnóstico inteligente: herramientas revolucionarias que combinan la recolección y el análisis de datos con avances como el aprendizaje automático para mejorar sustancialmente la precisión y rapidez en el diagnóstico médico.
Las nuevas tecnologías de diagnóstico permiten identificar patrones, realizar análisis de imágenes y datos clínicos, y proporcionar recomendaciones rápidas, precisas y personalizadas a los profesionales de la salud.
Combinación de tecnologías
Además de los algoritmos, se están desarrollando nuevas herramientas de diagnóstico de enfermedades basadas en la combinación de tecnologías de detección con dispositivos médicos, como las piruletas inteligentes para detectar enfermedades a partir de muestras de saliva y los bisturís capaces de identificar células tumorales en muestras de tejido.
De momento, parece que todas estas herramientas tienen un impacto muy positivo para la supervivencia de los pacientes, sobre todo porque la detección temprana y precisa de enfermedades graves como el cáncer, enfermedades cardíacas y trastornos neurológicos puede ser crucial para la curación.
Una de las grandes aportaciones de la digitalización, apalancada en la IA y reforzada por los avances en ciencias de la vida, será por consiguiente propiciar nuevas soluciones de diagnóstico inteligente que permitan racionalizar los costes de la atención sanitaria y mejorar el bienestar de las personas.
Los cambios en los hábitos de los usuarios de salud, cada vez más dispuestos a aprovechar las posibilidades de atención deslocalizada de los centros de salud, y la creciente disponibilidad de datos en tiempo real, gracias a la extensión de las soluciones wearables y a las mejoras en conectividad, proporcionan enormes posibilidades para que España hable con voz propia en un ámbito en el que es referente mundial.