En el plano de la implicación personal de los ciudadanos, y por la tradición de nuestro país en el sector textil, es necesario prestar atención a las próximas evoluciones en el campo de los textiles inteligentes. Una sociedad sostenible desde el punto de vista medioambiental debe encontrar una solución al problema de los residuos y el consumo de recursos naturales que acarrea.
Los innovadores deberán hacer propuestas útiles para conseguir que los ciudadanos consuman ropa de más calidad y más duradera, y los avances en materia de textiles inteligentes y conectados pueden abrir una vía interesante en ese sentido.
Las fibras textiles se sitúan en la confluencia de la revolución digital y de los materiales, y de la lucha por la reducción de residuos, la sostenibilidad medioambiental, la economía circular y el fortalecimiento de un sistema de producción agrícola más eficiente la gestión de los recursos naturales.
Nuevas funcionalidades y nanotecnología
Desde el punto de vista de la innovación, la aparición de nuevas funcionalidades en los textiles abre un campo de oportunidades en ámbitos como la salud, la conectividad, la estética y el bienestar de las personas.
Los avances en nanotecnología, con nuevos sistemas de generación y almacenamiento de energía y compuestos químicos inteligentes, capaces de reaccionar y transmitir información acerca de cambios en el cuerpo o en el entorno transformará el concepto mismo de ropa de vestir.
Pero su popularización debe correr en paralelo con nuevos sistemas de reciclado, recuperación de residuos y, en última instancia, de incremento en la duración de los textiles, en sustitución del actual modelo dominante de fast fashion. En ese desafío, el cambio en el comportamiento de los consumidores va a resultar clave, la innovación debe facilitar la elección de prendas de más calidad y duraderas, para que cambie un patrón de compras que resulta insostenible.