La química se encuentra en una encrucijada sin precedentes y el enfoque formativo está recogiendo solo parcialmente los grandes cambios que vive este área de conocimiento e innovación. Con esta premisa, el catedrático de la Fundación Rafael del Pino Javier García Martínez ofreció el pasado 25 de marzo un panorama de la actualidad del mundo de la química.
Su análisis destacó el auge de la química circular y la irrupción de la inteligencia artificial y la robótica. La consecuencia de la implantación de estas disciplinas en los procesos del laboratorio hace que muchas de las tareas rutinarias ya no dependen de la mano humana. De ahí la importancia de una reflexión sobre este nuevo tiempo.
«El debate sobre la educación se ha centrado en las herramientas de aprendizaje cuando lo verdaderamente importan es el qué y el cómo», explicó el presidente electo de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada en la conferencia El futuro de la profesión química, educar para un tiempo nuevo. La charla se enmarcó en las celebraciones que la Universitat de València está realizando con motivo del 125 aniversario de la enseñanza de la ciencia química.
Un futuro circular y emprendedor
Javier García hizo un repaso por algunas cuestiones que están cambiando radicalmente los conceptos de la química, tradicionalmente lineal pero cada vez más circular. Como ejemplo citó los avances en la generación de termoplásticos reciclables que permiten sustituir el concepto de material biodegradable por el de bio-reutilizable.
En similares términos se refirió a la nueva química sustentada en energía solar, que utiliza el CO2 como materia prima y el sol como fuente de energía. Este ejemplo le sirvió para resaltar la importancia del emprendimiento científico aplicado a la química, que acerca el ámbito del descubrimiento al de la utilidad. «El futuro de la profesión está en el emprendimiento», afirma García, quien fundó la empresa Rive Technology, un referente para la industria petroquímica.
Tras esta introducción al contexto cambiante de la profesión, el también catedrático de química inorgánica de la Universidad de Alicante ofreció algunas claves para adaptar el enfoque educativo a esta realidad. Incorporar la sostenibilidad y la innovación en el programa curricular desde su inicio, integrar la formación en inteligencia artificial y big data y hace al alumno co-responsable de su educación fueron algunas de las recetas ofrecidas.
El responsable de la cátedra de Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino cerró su charla con un breve repaso al papel institucional en la mejora educativa. No sin antes recordar la importancia de la responsabilidad social e individual y la necesidad de promover la formación continua.