Edición genética

Desde que hace años el campo de la edición genética viviera un auténtica revolución con la implantación de la técnica CRISPR, esta tecnología no ha dejado de desarrollar y encontrar nuevas aplicaciones que pueden resultar claves en futuro próximo para la salud, la alimentación y la industria.

El 21 de octubre de 2019 se presentaba una nueva herramienta de edición genética que va a dar mucho que hablar en los próximos años, Prime Editing. Esta mejora sensiblemente la precisión y la eficiencia de CRISPR, al evitar mutaciones indeseadas. En teoría, esta nueva herramienta tendría el potencial de corregir el 89% de las 75.000 variantes genéticas humanas asociadas a enfermedades y abre un nicho de negocio para laboratorios, química de materiales, empresas alimenticias y agricultura.

Se trata del último episodio de una aventura que empezó hace casi una década, cuando el sistema CRISPR, sobre todo en su combinación con la proteína Cas9, revolucionó y posibilitó la edición genética de cualquier organismo.

Aunque existían herramientas eficaces para editar genes en las bacterias desde hacía décadas, fue en el año 2000 cuando el profesor de la Universidad de Alicante Francis Mojica constató la existencia de CRISPR en un tercio de todas las bacterias y en 2005 cuando relacionó su existencia con la inmunidad a los virus. Pero el momento de inflexión fue en 2012 cuando Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna describieron en un artículo, publicado en la prestigiosa revista Science, su utilidad para la edición de genes.

Las técnicas de edición genética se utilizan principalmente en investigación básica para el estudio de la regulación de genes. En biomedicina, para la generación de nuevos modelos celulares y animales para la investigación de enfermedades, y en el campo de la biotecnología de plantas, el objetivo se centra en la mejora de la calidad de los cultivos y la generación de resistencias a plagas. También existe una vía de investigación en torno a la biotecnología industrial en la biosíntesis de productos farmacéuticos y biocombustibles. Todas estas alternativas ofrecen importantes beneficios para el medio ambiente.

Entre todas las enfermedades que son objeto de investigación con esta técnica, la inmunoterapia contra el cáncer es una de las que mayor interés ha despertado por parte de los investigadores. El objetivo, en este caso, es aprovechar el propio sistema inmunitario del paciente para acabar con las células tumorales. Pero también va a permitir combatir otras enfermedades: dolencias cardiovasculares, distrofia muscular, anemia de células falciformes o Alzheimer.

Lucha contra el Coronavirus

Según explica el científico Lluis Montoliu, autor del libro Editando genes: recorta, pega y colorea. Las maravillosas herramientas CRISPR (NextDoor Publishers, 2019), en el portal Naukas, existen dos grupos de aplicaciones basadas en CRISPR para diagnosticar y combatir el coronavirus, la pandemia que asola el mundo en este año 2020.

El mercado mundial de la edición genética supuso 3.000 millones de dólares en 2017 y las estimaciones lo sitúan en 7.500 millones en 2024, de los cuales la tecnología CRISPR supondrá el 40% (3.000 millones). Estados Unidos lidera la inversión en edición genética, seguido de cerca por Europa y China. A ninguna de estas potencias y de otros países que están apostando fuerte por esta tecnología, como Japón, India y Corea, se les escapa el potencial que pueden tener algunas de las aplicaciones. Concretamente, el campo de la biotecnología supondrá en 2024 en 31% del mercado global de la salud, según el informe Perspectiva Global de Ciencias de la Vida de Deloitte.

Una carrera a la que no es ajena la investigación española. Nuestro país ha registrado hasta mediados de marzo de 2020 un total de 24.139 ensayos médicos que incluyen diferentes técnicas y objetivos ligados a la edición genética.

Oportunidad para España

La edición genética supone una excelente oportunidad para España, tanto desde el punto de vista sanitario como económico. CRISPR, una técnica que fue descubierta en nuestro país revela el talento de los investigadores españoles. El aumento de contrataciones en el mercado laboral de profesiones relacionadas con este sector y el surgimiento de una industria de alto valor añadido invitan a una apuesta decidida.

Resultará determinante para el éxito de esta tecnología y su explotación industrial cómo la Unión Europea acabe por definir la legislación sobre organismos modificados genéticamente mediante CRISPR, que el Tribunal Europeo de Justicia equiparó en julio de 2018 a los transgénicos (OMG).

También debe evolucionar la regulación ética para permitir el uso clínico de la edición genética en humanos. En enero de 2019, el Comité de Bioética de España (CBE) se pronunció en contra de la edición genética de embriones humanos. Más allá de las dudas éticas que plantea, el comité cree que la téTEC_EG_OPTcnica CRISPER/Cas9 no ha superado aún el nivel de seguridad necesario para su uso clínico en humanos.

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