
¿Qué trabajo se lleva a cabo en España, en general, y en el CIMUS, en particular, en las tecnologías presentes en este informe y cuáles son los grupos de investigación, descubrimientos, patentes y empresas que más destacan en el sector?
Sin duda, en la tecnología CRISPR destaca Francisco Juan Martínez Mojica – Universidad de Alicante, considerado uno de los descubridores originales del sistema CRISPR-Cas. Su descubrimiento pionero (1993) consistió en la identificación de las secuencias repetitivas que más tarde se conocerían como CRISPR en arqueas. En la actualidad son muchos los investigadores que usan la tecnología CRISPR, entre otros Lluis Montoliu, especializado en edición genética en mamíferos y modelos de enfermedades raras; Juan Carlos Izpisúa Belmonte, pionero en aplicaciones de CRISPR para rejuvenecimiento celular, Fátima Bosch, de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien utiliza CRISPR en modelos animales para el estudio de enfermedades metabólicas, entre otros. En general, son usuarios de la tecnología CRISPR.
En el CIMUS, trabajamos de forma incipiente en el desarrollo de terapias génicas basadas en CRISPR. En cuanto a la tecnología de Fagos es notable la actividad en el ámbito de la biotecnología e investigación agroalimentaria. En cuanto a la IA, hay grandes avances en España en IA en IA aplicada a la salud pública y comportamiento humano, por ejemplo, Nuria Oliver.
Alfonso Valencia, Director del Departamento de Ciencias de la Vida del Barcelona Supercomputing Center, está especializado en bioinformática e IA aplicada a la genómica y biología de sistemas, entre otros. Numerosos investigadores, entre ellos nuestro laboratorio, iniciamos su uso en el desarrollo de fármacos y nanoterapias génicas, así como la predicción de su interacción con sistemas biológicos
Actualmente, muchos problemas y sus posibles soluciones están bien identificados por parte de los expertos (como destacan las ediciones del informe INTEC), por eso la sociedad demanda a todos los actores implicados pasar a la acción. Y es ahí donde probablemente estemos encontrando las mayores dificultades, ¿qué necesitan España y Europa para pasar a la acción y transformar su modelo productivo?
Una inversión clara y modelos de gestión abiertos y facilitadores. Una integración eficaz de la academia en la empresa, según un modelo en el que la empresa se beneficia de los descubrimientos académicos más que de su capacidad de realizar servicios.
¿Dónde están los mayores cuellos de botella de la transferencia de tecnología?
En la demanda real de ciencia y tecnología disruptiva e innovadora por parte de la industria, así como en los modelos de colaboración. La academia ha de escuchar a la empresa y ha de asesorar a la empresa estableciendo alianzas sólidas de ganancia clara para ambos.
¿Cuáles son los principales desafíos en los próximos cinco años dentro del área de la biomedicina y la salud en materia de innovación tecnológica que van a requerir de la colaboración del sector privado y de los centros de investigación?
Desde mi perspectiva, el desarrollo de terapias avanzadas y el uso de la IA de forma colaborativa deben afianzarse.
¿Cómo se sitúa España en esta llamada a la acción para poner en práctica las posibilidades que ofrece la ciencia y la tecnología? ¿Estamos bien posicionados, qué debemos mejorar?
Estamos bien en cuanto a lo que la ciencia ofrece pero no en lo que la empresa demanda.