El Metaverso tecnológico, sobre el nuevo paradigma de la Web3 impacta en sectores como el ocio, las redes sociales, las finanzas, el inmobiliario o la formación. En su dimensión comercial y minorista, la sociedad digital se alimenta y gira en buena medida en torno a la monetización de la información que se obtiene del usuario. El intercambio de datos y de privacidad a cambio del acceso a nuevos medios digitales de socialización, proyecta desafíos enormes y puede contaminarse, sin un diseño adecuado, si se aleja de los mandatos asociados al principio know your customer (KYC) que rigen en la relación de las personas con las empresas de determinados sectores económicos y con la Administración.
Los consumidores necesitan transparencia sobre qué datos entregarán libremente para estas nuevas tecnologías, para poder tomar decisiones informadas, pero también el respaldo de medios fiables de verificación de la identidad digital que le permitan saber con quién están interactuando. Una investigación de la Universidad de Harvard muestra que después de solo 5 minutos de juego en un dispositivo de realidad virtual se puede identificar perfectamente a una persona a través de la sutileza de sus movimientos corporales y un estudio de The Extended Mind sobre las experiencias de las mujeres en la realidad virtual social reveló que el 49% de ellas había experimentado al menos un incidente de acoso. El Metaverso conecta, además, con otros ámbitos prometedores de la revolución tecnológica como el gemelo virtual o las monedas digitales, y con sistemas de gestión descentralizada de información como el blockchain.
Las principales tecnológicas mundiales acaban de plantar las semillas del metaverso, un concepto ideado como ciencia ficción a principios de los noventa. La integración total con este nuevo mundo digital llevará años, probablemente décadas, pero los primeros productos comenzarán a florecer pronto gracias a los avances en realidad virtual, aumentada y mixta. Más allá del ocio y los videojuegos, las tecnologías del metaverso revolucionarán nuestra forma de interactuar entre nosotros y con los ordenadores, del mismo modo que internet revolucionó la era digital. Las posibilidades son infinitas.
Metarverso para educación y telemedicina
El metaverso también abre nuevas oportunidades en campos como la educación a distancia y la telemedicina. Gracias a la indudable mejora de las conexiones a internet, el metaverso podría transformar nuestra forma de tratar enfermedades. Por ejemplo, unos neurocirujanos del hospital John Hopkins, en Maryland, EE. UU., llevaron a cabo varias operaciones utilizando aplicaciones de realidad virtual que les permitían solapar imágenes de escáneres y radiografías con su experiencia en tiempo real con los pacientes. Los avances del metaverso podrían permitir intervenciones a largas distancias, democratizando la medicina y permitiendo tratamientos personalizados. Estos sistemas también se han utilizado para aumentar la veracidad de modelos para la educación y entrenamiento de jóvenes médicos. La realidad aumentada del metaverso permite utilizar maniquíes que, a través de las lentes digitales, simulaciones por ordenador e imágenes de pacientes, sufren enfermedades reales.
La psicología y la psiquiatría también han explorado la utilización de sistemas similares al metaverso para tratar trastornos como, por ejemplo, el estrés postraumático. Gracias a los entornos digitales y los dispositivos desarrollados por Meta, y también por compañías como HP y Magic Leap, los terapeutas pueden guiar a sus pacientes por mundos virtuales programados para fomentar la recuperación, así como situaciones simuladas y controladas de exposición al estrés para evaluar el ritmo de mejora. Aunque el metaverso todavía está dando sus primeros pasos, los investigadores médicos están expectantes por ver resultados y ven un potencial tremendo para transformar y mejorar el sistema de salud pública.
En los centros educativos el metaverso también podría aportar un enorme valor añadido, creando nuevas experiencias de aprendizaje, tal y como explicó Meta durante el lanzamiento de la tecnología. A través de la integración coordinada de nuevas tecnologías y metodologías pedagógicas basadas en la evidencia, el metaverso puede facilitar el aprendizaje y mejorar las oportunidades de las comunidades más desfavorecidas. Por supuesto, una gran parte del éxito radicará en entrenar correctamente a la comunidad docente en el uso de las plataformas del metaverso, dado que las clases en línea plantean nuevos retos, a menudo olvidados por los planes educativos.
Probablemente, el metaverso también transforme por completo nuestra economía. Los nuevos mundos virtuales crearán nuevas oportunidades tanto para los pequeños usuarios como para las grandes marcas. Muchos anticipan que estos sistemas económicos estarán basados en la tecnología de cadenas de bloques blockchain, la misma que soporta monedas digitales como Bitcoin y Ethereum y los sistemas de propiedad basados en archivos digitales encriptados, como los NFT. Sin embargo, la mayor parte de los estudios y artículos que sugieren fuertes dependencias entre el metaverso y el blockchain presentan grandes conflictos de intereses, al estar financiados por plataformas de inversión en criptomonedas. Es posible que el metaverso y las criptomonedas sienten las bases de la nueva web 3.0, pero solo el tiempo y el desarrollo de estas tecnologías digitales proporcionarán una respuesta.