En los últimos años, hemos vivido varias revoluciones tecnológicas: la llegada de internet, la popularización de los teléfonos inteligentes, las primeras aplicaciones de la inteligencia artificial. Sin embargo, parece que todas estas tecnologías todavía no han sido capaces de transformar uno de los espacios más importantes de nuestras vidas: el hogar.
Desde las ideas futuristas del parque tecnológico Epcot, el concepto de “casa del futuro” ha evolucionado sustancialmente. Las necesidades y las tecnologías que forman parte de este paraguas cambian continuamente, para adaptarse a nuestras nuevas definiciones de bienestar, seguridad y, más recientemente, sostenibilidad.
Renovar la planta inmobiliaria
En un momento en el que Europa es consciente de que necesita renovar una buena parte de su planta inmobiliaria para alinearla con los objetivos de sostenibilidad medioambiental. Nuevos materiales, nuevas soluciones de economía circular y eficiencia energética, imperativos para una vivienda inteligente obligada a seguir un paradigma renovado. Confluyen esas tendencias emergentes con las propuestas que genera de forma cada vez más intensa el sector tecnológico digital, empeñado en concebir nuestro espacio vital en un ecosistema conectado.
En general, rediseñar la casa del futuro consiste en utilizar tecnologías, materiales y sistemas innovadores para mejorar la calidad de vida en el hogar. Los arquitectos, ingenieros e innovadores buscan crear espacios que promuevan el bienestar físico, emocional y social de los residentes, al tiempo que garantizan niveles altos de privacidad y seguridad.
Un enfoque integral en la construcción y diseño de la casa del futuro busca abordar estos aspectos desde un punto de vista multidisciplinar, que aproveche los avances en diferentes áreas.