La miopía se ha convertido en un problema crítico de salud pública mundial. Así lo pone de manifiesto la creciente prevalencia de la miopía patológica, que plantea riesgos significativos para la salud visual y conduce a posibles pérdidas de productividad económica.
El proceso natural por el cual el ojo logra una visión nítida al enfocar la luz directamente sobre la retina, sin necesidad de lentes correctivos o esfuerzo se denomina emetropización. En la predicción y el tratamiento de la miopía, la investigación considera que la teoría del desenfoque periférico, que afecta el mecanismo de retroalimentación visual en la emetropización, puede desempeñar un papel clave.
Sin embargo, el progreso científico en este campo se ha visto obstaculizado por desafíos como la ambigüedad en la definición y clasificación del desenfoque periférico, así como las inconsistencias en los hallazgos de la investigación clínica. Un trabajo de investigación reciente, en el que participa el científico español Pablo Artal, experto de la Cátedra Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino, ofrece un análisis exhaustivo de la refracción periférica para contribuir a su impulso.
En la investigación han sumado fuerzas del Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia, la Aier Academy of Ophthalmology de la Universidad Central del Sur (Changsha, China) y la Aier School of Optometry and Vision Science de la Universidad de Ciencia y Tecnología Hubei (Xianning, China). El paper incluye una propuesta de definición de la refracción periférica, metodologías de medición, características en diferentes estados refractivos, aplicaciones clínicas y mecanismos subyacentes.
La revisión aborda también las limitaciones actuales de la investigación, como la necesidad de diferenciar entre desenfoque periférico intrínseco y extrínseco y la ausencia de herramientas de medición de alta resolución adecuadas para estudios clínicos a gran escala. “Al avanzar en la comprensión de la refracción periférica, esta revisión busca informar a futuros investigadores y profesionales clínicos, allanando el camino para estrategias más efectivas para prevenir y tratar la miopía en niños”, afirman los autores.