La Fundación Rafael del Pino albergó, el día 10 de noviembre de 2011, en colaboración con la Fundación Lilly, el diálogo “Sobre la evolución del hombre”, que ha mantenido Francisco J. Ayala con Fernando Baquero, Juan José López-Ibor, Camilo José Cela y Manuel Martín Loeches.
Según Francisco J. Ayala, uno de los retos actuales en materia de genética es poder modificar los genes de las células germinales, es decir, de los óvulos y de los espermatozoides para, de esta manera, evitar la transmisión de enfermedades de padres a hijos: “Actualmente conocemos cómo se regula la expresión de los genes humanos y ya es posible usar la genética para curar muchas enfermedades, y lo será más en el futuro, pero todavía desconocemos cómo intervenir sobre los genes de las células germinales”. Ésta es una de las razones -señala- “[…] por las que se está extendiendo el estudio con células madre embrionarias; para aprender cómo las células se diferencian para formar un tejido u otro o se regeneran”. En su opinión, el rápido avance de la genética hará en gran medida que el siglo XXI sea el de la biología.
Respecto a la finalidad de las investigaciones genéticas, Francisco Ayala diferenció claramente entre “curar genes” y “mejorar los genes” y se opone a éste último objetivo advirtiendo de que “los daños pueden ser mucho mayores que los beneficios”. Según el Profesor Ayala, “es la cultura la que determina qué es bueno o malo”. La moral es una característica del ser humano ligada a la inteligencia, “muy superior a la de cualquier otro ser animal, porque somos capaces de anticipar las consecuencias de nuestra acciones”.