Por Jordi Navas
El anglicismo «storytelling», el arte de contar historias para influir en las decisiones, lleva tiempo saltando del mundo de la mercadotecnia al vocabulario de otros ámbitos. Ahora le toca el turno a la ciencia. Tres sobresalientes investigadores, Javier García, Andrés Pedreño y Nuria Oliver, reunidos en el Club INFORMACIÓN de Alicante, coincidieron en señalar que la ciencia libra una batalla desigual y necesaria por comunicar y hacerse entender. Se trata de ocupar un espacio en el mapa mental de los ciudadanos acorde con la incidencia que la revolución tecnológica va a traer a sus vidas.
«Los científicos hablamos demasiado de lo nuestro y confundimos a la gente con cifras, cuando lo que convence son las historias», afirmó el catedrático de la Fundación Rafael del Pino y premio Jaume I, Javier García. El también director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante, citó a la activista adolescente sueca Greta Thunberg como alguien capaz de movilizar a la sociedad a través de una historia bien contada.
Comunicación inspiradora
La Ingeniera y directora de investigación en Ciencia de Datos de Vodafone, Nuria Oliver, abogó por una «comunicación inspiradora» que atraiga a los jóvenes y supere la actual «descompensación de género» que sufren las profesiones técnicas y científicas. Oliver, quien ejerce también como jefa de ciencia de datos en Data-Pop Alliance, una coalición global para conciliar Big Data y desarrollo, defendió el impacto positivo que la ciencia de datos puede acarrear para el bien social y para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
«Los datos sobre el comportamiento humano no solo nos pueden ayudar a medir la situación de los ODS en ciertos lugares, sino también pueden ayudar directamente a cumplir con los objetivos», señaló. La investigadora alicantina puso como ejemplo el objetivo de lucha contra la pobreza, cuyo diagnóstico se ha vuelto más inmediato y eficaz gracias a la ingeniería de datos, así como la salud pública, el cambio climático o el transporte sostenible, áreas todas en las que Oliver ha trabajado «personalmente».
Por su parte, el ex rector de la Universidad de Alicante y presidente de la asociación tecnológica AlicanteTEC, reconoció la necesidad de buscar aliados en el ámbito de la comunicación social para promover las vocaciones científicas entre los jóvenes y dar respuesta a las necesidades que plantea la transformación digital. «El sistema necesita 1.250.000 nuevos profesionales formados en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)», señaló. El ex Consejero Delegado de Universia afirmó que «una serie de televisión» puede contribuir de forma efectiva a la comunicación científica.
Para Andrés Pedreño, la «comunicación y la educación» resultan claves ante los nuevos escenarios económicos que se derivan de la transformación digital. De ahí la importancia de garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación y el compromiso que las universidades y la comunidad científica tienen con aquella investigación que resulte prioritaria para la sociedad. «Hay que reivindicar la eficacia en el gasto, generar talento y fomentar la creación de redes y nodos tecnológicos», indicó