Análisis del crecimiento económico en España

Leandro Prados de la Escosura, Luis Garicano y Joaquín Almunia

La Fundación Rafael del Pino organizó, el 9 de abril de 2018 a las 19 horas, el diálogo “Análisis del crecimiento económico en España. Pasado, presente y futuro de nuestro modelo económico”, con motivo de la publicación del libro «Spanish Economic Growth, 1850-2015», (Palgrave Macmillan 2017), de Leandro Prados de la Escosura, Catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III de Madrid. El autor dialogó con Joaquín Almunia, Ex Vicepresidente y Ex Comisario Europeo de Competencia y Luis Garicano, Catedrático de Economía y Estrategia y Director del Centro de Economía Digital del IE Business School.

Leandro Prados de la Escosura, Doctor por la Universidad de Oxford y Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, es Catedrático de Historia Económica e investigador en el Instituto Figuerola de la Universidad Carlos III de Madrid y Catedrático Rafael del Pino en la Universidad Carlos III de Madrid. Es también investigador del Centre for Economic Policy Research (CEPR), investigador asociado del Centre for Competitive Advantage in the Global Economy (CAGE) y miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia. Ha sido Catedrático Príncipe de Asturias en Georgetown University y profesor en la University of California, San Diego. Asimismo ha sido investigador visitante en All Souls College, Oxford y en la London School of Economics y Jean Monnet Fellow en el Instituto Universitario Europeo (Florencia). En el curso 2013-2014 fue Catedrático Leverhulme en la London School of Economics. Ha sido nombrado para ocupar la Cátedra Honorífica Maddison de la Universidad de Groningen (2015-2019).

Luis Garicano es Licenciado en Ciencias Económicas y Derecho por la Universidad de Valladolid, cuenta con un Máster en Estudios Económicos Europeos en el Colegio de Europa de Brujas, Master en Ciencias Económicas y Doctorado por la Universidad de Chicago. En 2017 se incorporó al IE como profesor de Estrategia y Economía, donde dirige el Centro para la Economía Digital. Luis Garicano ha desarrollado su amplia carrera docente en la Universidad de Chicago y London School of Economics, donde ha ejercido como profesor titular y catedrático; además ha sido profesor visitante en MIT y London Business School. Asimismo, ha ocupado posiciones como economista de la Comisión Europea y en McKinsey & Company. Fue recientemente elegido Vicepresidente de ALDE – Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, es en la actualidad Responsable del Área de Economía y Empleo de Ciudadanos.

Joaquín Almunia ha sido Vicepresidente y Comisario Europeo de Competencia entre los años 2010 y 2014, tras haber sido ya anteriormente Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios entre 2004 y 2010. Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad Comercial de Deusto, completó sus estudios de posgrado en l’École Pratique des Hautes Études en París. Ha sido Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales (1982-1986) y Ministro de Administraciones Públicas (1986-1991) en sucesivos gobiernos de Felipe González. Tras abandonar el ejecutivo participó en el programa “Senior managers in Government” de la Escuela de Gobierno Kennedy en la Universidad de Harvard. A partir de 1997 asumiría la Secretaría General del Partido y se presentaría como candidato a Presidente del Gobierno de España en las elecciones Generales de 2000, pero tras no resultar ganador dimitió del cargo. En su última legislatura como diputado (2000-2004) fue Presidente de la Comisión de Presupuestos. En abril de 2004, fue nombrado miembro de la Comisión Europea. En la actualidad se dedica a la investigación y reflexión en el entorno de diferentes think tanks y otras plataformas, así como conferencias, libros y artículos para distintos medios. Es, entre otros, Visiting Professor at the European Institute of the London School of Economic and Political Science y el Paris School of International Affairs of Sciences Po.

Resumen:

Con motivo de la publicación del libro «Spanish Economic Growth, 1850-2015», (Palgrave Macmillan 2017), de Leandro Prados de la Escosura, catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III de Madrid, tuvo lugar el 9 de abril de 2018, en la Fundación Rafael del Pino, un diálogo entre el autor, Joaquín Almunia, ex vicepresidente de la Comisión Europea y ex comisario Europeo de Competencia, y Luis Garicano, catedrático de Economía y Estrategia y director del Centro de Economía Digital del IE Business School. El acto se inició con la intervención de Prados de la Escosura, que también es catedrático Rafael del Pino, quien destacó que, en la historia de España, el aumento del PIB se debió normalmente a que la población crecía, aunque los niveles de vida variaban poco. En los dos últimos siglos, sin embargo, el aumento del PIB se ha debido a que ha aumentado la cantidad de bienes y servicios producidos por persona. Si se observa el periodo anterior, hay algunas realidades diferentes a las que pensábamos. Antes del siglo XIX había crecimiento, pero era reversible. El PIB aumentaba, pero las crisis hacían que se redujera el nivel. Así, España alcanzó los niveles de renta per cápita más altos en el siglo XIV, antes de la peste, para reducirse después. En los doscientos últimos años, en cambio, el crecimiento ha sido sostenido, con algunos momentos de reversión, como la Guerra Civil o la Gran Recesión. Pero queda claro que los niveles de vida que tenemos hoy día son los más altos jamás alcanzados en la historia. Ahora bien, no es un crecimiento lineal, sino que tiene tres grandes fases: hasta 1950, cuando estuvo cayendo; entre 1950 y 1975, con un crecimiento muy fuerte; y desde entonces hasta 2007, cuando el crecimiento fue sostenido, pero con una velocidad menor. También señaló que el PIB ha crecido tanto porque ha aumentado el PIB por persona. Ello se debió a que se produjo un cambio del marco de incentivos a partir de las revoluciones liberales del siglo XIX. Son cambios del tipo de los ciudadanos son iguales ante la ley, la propiedad privada está protegida, los mercados están liberalizados, hay control sobre el Ejecutivo. Gracias a ello, aumenta la inversión, se transfieren recursos de la agricultura a los servicios y se cambia la inversión de vivienda a maquinaria. Además, el PIB per cápita crece porque trabajamos mejor, esto es, se produce más por hora trabajada. De hecho, la productividad ha aumentado 27 veces. Hasta 1975, el crecimiento del PIB per cápita estaba estrechamente vinculado al crecimiento del PIB por hora. A partir de entonces, sin embargo, la relación es inversa y cuando el PIB per cápita crece mucho, es porque hay más gente ocupada. Es lo que ocurre desde 1975. Esto se debe a que los nuevos sectores crean empleo, pero no atraen innovación. Producimos más por hora trabajada porque utilizamos más capital, pero también porque utilizamos más capital humano y más capital intangible. Esto es así hasta 1950. Desde entonces, la productividad aumenta porque somos más eficientes utilizando esos recursos. Por último, destacó que España es un país que antes de 1950 crecía, pero aun así las distancias con los países desarrollados aumentaban. A partir de entonces, acorta distancias excepto en los años de la Transición y la Gran Recesión. Joaquín Almunia, por su parte, señaló que la productividad aparente se estanca desde mediados de los 60. La economía española no ha combinado bien aumentos de empleo y de productividad. Cuando crece es porque se utiliza mejor el empleo, pero entonces la productividad se estanca o baja. Para crecer, dependemos de la capacidad para aumentar los niveles de empleo. Desde 1980, la productividad está prácticamente estancada, lo que nos debe llevar a la reflexión de cara al futuro. Hay margen para utilizar más empleo, como incorporar a más mujeres al mercado de trabajo, o como consecuencia del envejecimiento. Pero hay que pensar sobre cómo crecer aumentando la productividad, lo que implica que nos tenemos que ocupar de las enormes carencias en educación, capital humano, investigación y desarrollo, el funcionamiento de los mercados de bienes, servicios y trabajo, el exceso de corporativismo y la falta de competencia y de las diferencias de productividad entre las grandes empresas y las pequeñas. También tenemos una falta de ahorro interno, una tasa de inversión pública bajísima y unas necesidades de inversión privada que van a requerir enormes cantidades de ahorro privado. En su opinión, no convergemos con los países más avanzados por una mezcla de infrautilización de los recursos humanos, por los altos niveles de paro, por falta de ahorro, por tener unas tasas de endeudamiento grandes. Además, tenemos que transformar el entorno empresarial para que no sea minifundista. Y tenemos que resolver el problema de un entorno escasamente innovador con muchísimas barreras para innovar. Luis Garicano destacó que el “mal holandés”, esto es una subida de precios por entradas de riqueza, es una enfermedad que España ha sufrido tras el Siglo de Oro y que llevó a que nuestro país tuviera el 40% del empleo en el sector servicios ya hace doscientos años, debido al alto número que había de curas, monjas y sirvientes. El “mal holandés” provoca que la productividad deje de crecer y eso, según Garicano, es lo que le ha vuelto a suceder a España a finales del siglo XX y principios de este. Debido a la entrada en el euro, España bajó mucho los tipos de interés, vino dinero de Europa, la moneda se hizo muy fuerte, nos desindustrializamos y fuimos al sector servicios. Hemos tenido una versión diferente del “mal holandés” en la cual entran euros y nos lo gastamos en ladrillo.

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