La economía mundial está continuamente expuesta a perturbaciones macroeconómicas estructurales de distinta naturaleza que impactan con diferente intensidad y dirección sobre variables como el PIB, el comercio internacional, el empleo, la competitividad, etc.
El mapa de calor del ciclo económico mundial que se presenta a continuación, resultado del trabajo del Vicente Pallardó, permite observar la posición relativa de cada una de las 60 economías incorporadas en este análisis respecto al promedio de sus pares, entendiendo que cada una de las de 26 economías desarrolladas del subconjunto se compara con el subconjunto de las mismas y, de igual modo, se procede con cada una de las 34 economías emergentes y en desarrollo.
El mapa se ha construido para dos subperíodos:
- El primero, con una perspectiva de medio plazo, para los años transcurridos desde la Gran Recesión al estallido de la pandemia (2008-2019).
- El segundo, para el bienio que concentra el desplome y la recuperación de la economía mundial a raíz de la COVID-19.
Información técnica:
El procedimiento seguido para el diseño de este Mapa de Calor es el siguiente:
- Establecemos el valor medio anual de cada subconjunto de países (desarrollados o emergentes y en desarrollo) en cada una de las 21 variables empleadas en los Indicadores FRDP. Igualmente, calculamos 0.75 y 1.5 desviaciones típicas (DT) de los valores para esas variables. Salvo la no disponibilidad de algún dato, se trata de 26 valores para las economías desarrolladas y 34 para las emergentes y en desarrollo. Los puntos de coste establecidos (0.75 y 1.5) se han seleccionado, tras sucesivas pruebas, para captar desviaciones razonablemente significativas, por una parte, o muy significativas, por otra, respecto a las economías similares. Valores próximos a los promedios del propio grupo de países se estiman como no destacables en nuestro procedimiento.
- Para cada variable, asignamos un 0 si el valor para la economía analizada se desvía menos de 0.75 DT del promedio calculado, tanto en sentido positivo como en sentido negativo. Asignamos un +1 (+2) si la esa economía se desvía de manera favorable entre 0.75 y 1.5 (más de 1.5) DT del promedio de su grupo. De manera simétrica, asignamos un -1 (-2), si la economía analizada se desvía de manera desfavorable entre 0.75 y 1.5 (más de 1.5) DT del promedio de su grupo.
- Se agregan los resultados para cada variable (entre -2 y +2) para las cinco variables de cada indicador, ofreciendo un Resultado Final que se sitúa entre -10 y +10.
- Este proceso de realiza para cada año y equiponderando las cinco variables de cada indicador.
- Tomando el resultado anual o promediando el de diferentes años, según se desee, se traslada el citado Resultado Final al Mapa de Calor, en el que se establecen colores que recogen las desviaciones respecto al promedio del correspondiente tipo de economía. Los tonos grises muestran un país exactamente en la media de su tipología de economía o muy cercano a la misma. El color verde señala economías con desviaciones positivas significativas (superiores cuanto más favorable es su situación respecto a la media). Mientras, el color rosa revela desviaciones negativas relevantes (mayores cuanto más desfavorable es su situación respecto al promedio).
- Nótese que se está destacando en el Mapa de Calor a aquellas economías que, en el marco de un Indicador, están mostrando repetidas desviaciones (positivas o negativas) no compensadas por otras de sentido contrario o más de una desviación muy significativa. Así, por ejemplo, incluso un valor excepcionalmente negativo (más de 1.5 desviaciones típicas) en una de las cinco variables de un indicador no llevaría al país a un “color negativo” (supondría un -2, que mantenemos dentro del nivel neutro – tonos grises – para ese indicador). De la misma forma, dos desviaciones moderadamente positivas entre las cinco variables del indicador no serían suficientes para una asignación de “color positivo”, se mantendría un tono gris.
- En general, el procedimiento hasta aquí relatado se aplica por igual a cada una de las 16 variables sobre las que se construyen tres de los Indicadores FRDP[1], los de Dinámica del Crecimiento, Calidad Institucional y Dinámica del Endeudamiento (cinco variables por Indicador, con la diferencia en el último de los tres en el que, por la diferente disponibilidad de datos, se considera los Tipos de Interés a largo plazo para los países desarrollados y la deuda externa para los países emergentes y en desarrollo).
- Por el contrario, para el Indicador de Dinámica Monetaria y del Sector Exterior deben considerarse los siguientes matices:
- Se excluye del procedimiento la variable “Tipo de interés de referencia de la autoridad monetaria”, por cuanto no es factible establecer que un valor mayor o menor de esa variable es más o menos favorable para la economía. Dependerá enteramente de las condiciones, en especial pero no solo, de inflación, de la misma.
- En relación con la “tasa de inflación”, no se valoraría como adversa una desviación que se mantuviese en el rango 0-2.5% de inflación anual para los países desarrollados (para los emergentes y en desarrollo, un valor en ese rango supone siempre una desviación positiva o muy positiva respecto al promedio).
- Respecto a la variable del “saldo por cuenta corriente respecto al PIB”, se bareman las desviaciones no respecto al promedio de las economías de cada subconjunto, sino respecto a cero, entendiendo como más favorables las posiciones cercanas al equilibrio y como más desfavorables las más alejadas del mismo, tanto si se trata de un déficit como de un superávit. Aunque la primera de las dos posiciones suele tener implicaciones más desfavorables si persiste en el medio y largo plazo, se prima para este Indicador el equilibrio.
- En el mismo sentido, la variable “estabilidad del tipo de cambio”, señala como igualmente adversos procesos de apreciación o depreciación muy acusados, primando la estabilidad cambiaria respecto al conjunto de socios comerciales (en otros términos, los baremos se apoyan en el valor absoluto de los movimientos cambiarios anuales de las economías de cada subgrupo).
- Finalmente, respecto a la variable “apertura al exterior”, el coeficiente de apertura externa, utilizado como indicador concreto de la misma, se corrige para las economías significativamente mayores (menores) que el promedio[2] de las de su grupo, dado que la disponibilidad (ausencia) de un mercado interior de gran tamaño conlleva de manera casi inevitable una menor (mayor) apertura al exterior de esa economía.
[1] Ver el Documento Introductorio al OEI de la FRP para el detalle de variables e Indicadores.
[2] Empleando la población media del último quinquenio de los datos como referencia, la media para las economías desarrolladas seleccionadas es de 40 millones de habitantes, cifra que se eleva a los 155 millones para los países emergentes y en desarrollo incluidos.