El Informe OCE 2020 centra su atención en realizar una primera aproximación al impacto macroeconómico en España causado por la epidemia COVID-19.
En lugar de ofrecer previsiones de crecimiento, el enfoque que realizan José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri consiste en realizar simulaciones condicionadas a un conjunto de supuestos, sobre los que son muy transparentes. Estas simulaciones se obtienen a partir de la última versión del modelo de equilibrio general dinámico y estocástico EREMS (véase Boscá et al, 2018). El enfoque de simulación con EREMS es similar al utilizado en otras investigaciones recientes que han empezado a evaluar los efectos de esta crisis (por ejemplo, Eichenbaum, Rebelo y Trabandtz, 2020, o Faria e Castro, 2020). El funcionamiento de este modelo está determinado por un conjunto de ecuaciones, variables y parámetros que describen el funcionamiento agregado de la economía española. La mayor parte de estas variables son endógenas en el modelo. Cuando la economía recibe perturbaciones, como las originadas por el coronavirus, la respuesta de estas variables endógenas ofrece una imagen de la dinámica de los principales agregados macroeconómicos que suceden a estas perturbaciones.
Los supuestos en los que se basan estas simulaciones del impacto de la crisis están basadas en el principio de prudencia, por lo que pueden considerarse relativamente optimistas. En cualquier caso, como elemento de comparación, también se ofrecen, al final del informe, los resultados de otro escenario menos optimista, pero relativamente verosímil. Sólo a medida que se empiecen a conocer en las próximas semanas y meses datos en tiempo real sobre la evolución del empleo y de la actividad estaremos en condiciones de evaluar en qué medida esa información disponible permite discriminar unos escenarios frente a otros.