Los efectos del calentamiento global antropogénico no sólo están degradando las condiciones de vida de los seres humanos y los ecosistemas, sino que también suponen un reto para el entorno de la seguridad. Esta situación puede materializarse en una mayor competencia por los escasos recursos, el fallo de infraestructuras vitales y un nuevo escenario geoestratégico, entre otros trastornos. Los impactos relacionados con el cambio climático pueden provocar disturbios políticos y aumentar las tensiones nacionales e internacionales. Se producen fenómenos climáticos extremos, además, aumentarán los riesgos para la seguridad y se perderían las capacidades del Estado para contrarrestarlos.
El cambio climático puede materializarse en una mayor competencia por los recursos escasos, el fallo de infraestructuras vitales y un nuevo escenario geoestratégico, entre otros trastornos.
Lucía García Rico, Fellow Rafael del Pino-MAEC en el Belfer Center, Project on Europe and the Transatlantic Relationship, de la Harvard Kennedy School, defiende que los responsables de la formulación de las políticas públicas deben poner en marcha acciones eficaces para dar respuesta a los efectos del cambio climático con el fin de proteger a sus ciudadanos y su entorno. Aunque sigan existiendo algunas incertidumbres sobre el cambio climático y la seguridad, debemos recordar, señala, que los planes de contingencia estratégicos y militares se ponen en marcha para prepararse para posibles escenarios no deseados, no sólo para los ya confirmados.
El nuevo Concepto Estratégico de la OTAN establece que el cambio climático es un reto definitorio de nuestro tiempo, con un profundo impacto sobre la seguridad aliada.
La OTAN aspira a liderar la comprensión y adaptación al impacto del cambio climático sobre la seguridad. El nuevo Concepto Estratégico establece que el cambio climático es un reto definitorio de nuestro tiempo, con un profundo impacto sobre la seguridad aliada. Ahora, la Alianza y los Aliados deben «predicar con el ejemplo», preparándose para afrontar los nuevos retos derivados del cambio climático y adaptando sus fuerzas armadas a las nuevas condiciones climáticas creadas por el calentamiento global.
En el documento adjunto, editado por el Belfer Center for Science and International Affairs, de la Harvard Kennedy School, Lucía García Rico comienza respondiendo a las preguntas más apremiantes sobre la OTAN y el cambio climático: ¿Es el cambio climático una amenaza para la seguridad? ¿Encaja la seguridad climática en la misión de la OTAN? ¿Y es la OTAN el mejor foro para abordar el cambio climático? A continuación repasa las actuaciones actuales de la OTAN en materia de clima y, por último, hace algunas propuestas para que la Alianza aplique una perspectiva climática de la seguridad, con el fin de poner a prueba sus activos y capacidades y cumplir eficazmente su misión y sus tareas.
Lucía García Rico es la Fellow Rafael del Pino-MAEC en el Belfer Center, Project on Europe and the Transatlantic Relationship, de la Harvard Kennedy School.
Ingresó en el Cuerpo Diplomático Español en 2006 y ha estado destinada en la Embajada de España en Mauritania (2010-2012), en la Delegación de España ante la OTAN (2012-2016) y en la Embajada de España en Turquía (2016-2019), con responsabilidades en asuntos políticos, consulares y culturales. En el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha ejercido como Desk Officer en la Dirección de Naciones Unidas (2007-2008), Subdirectora de la Oficina Española para Gibraltar (2008-2010) y Jefa de Gabinete Adjunta del Subsecretario (2019-2020).
Es licenciada en Derecho por ESADE, Universidad Ramón Llull (Barcelona), y en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNED (Madrid). También obtuvo un máster en Política de Defensa y Seguridad Internacional por la Universidad Complutense (Madrid) y realizó el Curso Superior Conjunto de Mando y Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (Centro de Estudios de Defensa y Seguridad Nacional de España).