Michael Sanders, Chief Scientist and Head of Research and Evaluation, integrante del equipo de ciencias de la conducta del Gabinete de Presidencia del Reino Unido, participó en el Workshop on the Future of Government exponiendo su teoría de que la mayoría de las políticas públicas están íntimamente relacionadas con la conducta. Es por ello que es fundamental ligar la generación de políticas al estudio de la conducta.
Siguiendo las enseñanzas de Kahneman y Tversky sobre la economía conductual, hoy en día podemos hacer mejores predicciones sobre cómo va a afectar la regulación, los incentivos y la información en la sociedad. Las heurísticas son altamente económicas y efectivas, pero nos llevan a errores sistemáticos y predecibles. Sesgos como el egocentrismo o el efecto de anclaje están a la orden del día.
Un ejemplo en el que el gobierno británico hizo uso de estos conocimientos para alterar el comportamiento con respecto al pago de impuestos se basó en realizar pequeños cambios en el contenido de las cartas enviadas a los ciudadanos para informar sobre el pago de impuestos en la declaración de la renta. La inclusión del simple mensaje “9 de cada 10 personas pagan sus impuestos a tiempo” ayudó a recaudar un 6% más en impuestos, por ejemplo. Otro ejemplo es la inclusión de mensajes personales en la carta, la promesa del algún tipo de recompensa trivial como dulces, o la firma del Director de Hacienda en la carta de declaración de la renta de los más pudientes para alterar, por ejemplo, el porcentaje de banqueros de inversión que realizan donaciones (subió del 5 al 17%).
Uno de los proyectos principales en los que está involucrada dicha oficina de Presidencia de la Nación se centra en mejorar el rendimiento escolar mediante el apalancamiento en estas heurísticas y conocimientos sobre el comportamiento. Consiste en las cuatro siguientes fases:
- Establecer la meta, propósito o cliente
- Exploración del cliente:
- Salir y hablar con los alumnos en los que se centra el proyecto
- Aprender de sus problemas y necesidades reales
- Usar esos datos para diseñar la solución
3. Solución
- ¿Cómo aplicar técnicas del mundo real para alentar a estos chicos a estudiar, hacer sus deberes, aprobar un examen? Ofrecerles una pequeña cantidad de dinero—incentivo—para ello. Pero no directamente, sino gradualmente, a cambio de resultados
4. Prueba del método
a. El método “test-learn-adapt” consiste en ir aplicando cambios graduales al método e ir constantemente evaluando el resultado. Algunos ejemplos:
i. Los organizadores empiezan escribiendo cartas a los alumnos identificados para el experimento. Las envían dos personas, un hombre y una mujer, que son del mismo origen socioeconómico que los alumnos. Las cartas les animan a solicitar plaza en ciertas universidades que van acorde a su rendimiento y capacidades pero que nunca se habrían planteado. El efecto que tiene el envío de la carta personalizada es que en lugar del 8.5%, el 11.4% realizan dicha solicitud.
ii. Otro test es el de enviar un SMS a estos alumnos con el texto “puedes hacerlo”, “estudiar importa”, “perteneces aquí”, etc. En todos los casos se observa que con ese tratamiento marginal el rendimiento mejora las enseñanzas de este proyecto llevaron al equipo de ciencias de la conducta del Gabinete de Presidencia del Reino Unido a lanzar un proyecto más ambicioso usando los aprendizajes de este experimento. Se llama Project Success, y a raíz de él han salido plataformas de ayuda escolar como Promptable, que automatiza este proceso de generar mensajes de apoyo a los alumnos que lo necesitan, asignarles ayudantes, etc.
Todo esto es posible, una vez más, gracias a la recopilación, integración, análisis y uso de datos, combinado con técnicas de “design thinking” que ponen al cliente, o al ciudadano, en la base de la pirámide, que nos permiten conocer mejor los problemas que existen y plantear las mejores soluciones. Facilitan, abaratan, y aumentan significativamente las probabilidades de éxito de todas estas políticas públicas.