¿Tienen algún parecido la innovación de los ayuntamientos y la de las empresas privadas? La finalidad de un ayuntamientoo es proporcionar servicios a los ciudadanos. Las empresas, en cambio, producen bienes o servicios con el ánimo de obtener beneficios. Para ello, tienen que ser competitivas e innovadoras. Pero, en realidad, la innovación municipal tiene más similitudes de las que parece con la del sector privado. Lo explica Richard Shearmur, catedrático y director del School of Urban Planning de la Universidad McGill.
Municipio y pymes
Las pymes se caracterizan por tener una sede fija y ser pequeñas en relación con el entorno en el que operan. Lo mismo se puede decir de la mayoría de los municipios, aunque pueden influir en su entorno. No obstante, la idea general que se tiene de ellos es que son lentos e ineficientes. Los ciudadanos son conscientes de los retrasos, los bloqueos y el papeleo. Esa visión está justificada, pero solo en parte. Porque las cosas están cambiando gracias a la innovación municipal.
¿En qué áreas innovan los municipios? Los municipios innovan dependiendo de las competencias que tengan. Si cuentan con competencias en materia de carreteras, buscan nuevas posibilidades para pavimentarlas, limpiarlas de nieve, etc. Con competencias en el campo de la educación, por ejemplo, con las bibliotecas municipales atraer y contribuir a formar a los niños. Y también pueden innovar en el tratamiento del agua y los residuos, la planificación urbana, el tráfico, …
Responsabilidad del municipio
No obstante, conviene tener presente que los municipios no son empresas privadas. Los municipios podrían considerase como pymes que innovan sin ánimo de lucro. Pero, ¿quién es el empresario en el municipio? ¿Dónde está el riesgo? Y es que el municipio tiene un mercado cautivo. Pero también tiene una responsabilidad para con los ciudadanos. Al tenerlos en cuenta surgen las externalidades, así como el desafío de la propiedad intelectual porque no va a haber una patente. El innovador, en cambio, vende en el mercado. Si no, su invento no va a ninguna parte.
Las pymes patentan las innovaciones, pero los municipios no.
La innovación municipal no se produce en un entorno competitivo, pero resuelve problemas. Los municipios no buscan nuevos mercados, pero se encuentran con muchos problemas. Por ejemplo, que lleguen los libros a las bibliotecas, la limpieza de la nieve o la gestión de los residuos. En consecuencia, la resolución de problemas es un incentivo para la innovación municipal.
Resolución de problemas
Los municipios también innovan porque quieren reducir costes, mejorar los servicios y el bienestar ciudadano, la participación ciudadana, el medio ambiente. Su motivación es la resolución de problemas, en torno a la cual gira todo. Los innovadores municipales no ganan dinero con sus innovaciones. Pero todos ellos se sienten muy orgullosos de haber resuelto un problema y haber aumentado el bienestar público.
Las innovaciones pocas veces provienen de los políticos. Ellos, sin embargo, desempeñan un papel importante porque pueden crear y mantener una cultura organizacional que acoja esos experimentos.
¿Quiénes son esos innovadores? Con frecuencia se trata de empleados y gestores de departamentos y servicios. Son las personas que van a apagar los incendios, a llevar los libros a los niños, etc. Se les ocurre una idea y tienen que conseguir los recursos para hacer algo con ella. Las innovaciones pocas veces provienen de los políticos. Ellos, sin embargo, desempeñan un papel importante porque pueden crear y mantener una cultura organizacional que acojay que permita el desarrollo de esos experimentos.
Un lujo que no se puede permitir
¿Dónde está el riesgo? Al igual que en el sector privado, uno de los principales riesgos es el reputacional. La organización tiene una reputación que defender, como los empresarios. Los empleados están utilizando tiempo y recursos del municipio. Sus jefes los han defendido a menudo frente a la jerarquía y, si su idea no funciona, pierden reputación.
Un municipio no se puede permitir el lujo de fallar a causa de las normas contables. Si no puede explicar dónde ha ido a parar el dinero se ve acusado de ineficiencia o incluso de corrupción. Por eso se necesitan políticos firmes que generen espacio para que los municipios innoven.
Externalidades
Los municipios son responsables ante los ciudadanos. Las empresas lo son ante sus clientes, que pueden elegir si comprar o no un producto innovador. Si se trata de un municipio, éste tiene una responsabilidad ante todos los residentes, que no tienen elección. Esta diferencia tiene dos consecuencias: los residentes no pueden elegir y el municipio debe ser muy cuidadoso con lo que decide innovar.
Eso conduce al punto sobre las externalidades y la innovación. El municipio no puede decir que, aunque su innovación es muy buena para quitar la nieve, estropea las calles. No puede porque también es responsable de las calles. Así es que no se puede cargar a la sociedad los impactos negativos de una innovación. El municipio tiene que pensar en el entorno, el medio ambiente o los costes sociales de la innovación. Tiene que equilibrar las externalidades y la innovación mucho más que el sector privado. Por eso innova más lentamente que una empresa privada, ya que debe tener en cuenta esos elementos y contar con el apoyo de los ciudadanos. Si no lo hace así, se arriesga a perder su apoyo electoral.
Propiedad intelectual
Luego está la cuestión de la propiedad intelectual. En la era de las ciudades inteligentes, muchas innovaciones son público-privadas. Esto puede causar problemas. Las ciudades no son dueñas de la propiedad intelectual, no tienen control sobre los datos, están vinculadas a monopolios tecnológicos y no desarrollan su capacidad interna de innovación. Por tanto, la creación de capacidad de innovación en un municipio es muy importante. A corto plazo, es más fácil subcontratar las innovaciones. Pero si lo hacen siempre, los municipios no van a tener conocimientos internos ni expertos que generen innovación. Esos expertos son necesarios para valorar las soluciones técnicas externas y adaptarlas. A menudo no hay una solución sencilla. Cada municipio tiene sus particularidades y, con frecuencia, hay que hacer adaptaciones a esas particularidades.
¿Se puede evaluar la innovación municipal? ¿Hasta qué punto es nuevo lo que hacen? No hay una forma sencilla de medirlo, no sabemos si un municipio de otra parte del mundo ha introducido esa innovación. Lo que sí se puede evaluar es si la innovación es nueva dentro de un grupo de municipios de una provincia. Pero, incluso, si no lo es, ¿eso es un problema? Al final, el mercado de un municipio son sus propios ciudadanos. Por tanto, el criterio es si los ciudadanos creen que el municipio lo ha hecho bien.
Redes de municipios
Una cosa muy importante con los municipios es que hay muchas redes y mucho intercambio de ideas entre ellos. Se copian unos a otros, mejoran las ideas, hay una innovación continua que tiene mucho impacto. Pueden ser un ejemplo para otros municipios, para otros niveles de gobierno. Pueden ser un ejemplo para los ciudadanos.
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