Impacto positivo y actividad empresarial

Evolucionar o morir. Esta es la clave para la supervivencia. Lo es para los seres vivos, pero también para las empresas. Hoy no se trata solo de ganar dinero. Se trata, también, de tener un impacto positivo en la sociedad, en el entorno, en el mundo. Para ello, hay que tener un propósito, porque ya no basta con innovar. Es la opinión de Francisco Palao, autor de Impacto positivo, editada por Deusto.

Una cuestión de mentalidad

Hoy disponemos de tecnologías, metodologías y herramientas que permiten innovar. Pero también se presentan ante nosotros muchos retos, tanto a nivel global como local, que tenemos que afrontar. Porque lo que nos convierte en humanos es ocuparnos de los demás, ayudarnos de forma desinteresada. Eso es lo que nos hace avanzar como civilización. Y no es una cuestión de tecnología, sino de mentalidad.

Esa mentalidad tiene cuatro implicaciones que se derivan de las tecnologías exponenciales de las que disponemos, señaló Francisco Palao. La primera es la abundancia. Vivimos en un mundo de abundancia. Así es que, como empresa, tenemos que pensar en hacer las cosas de forma distinta. Si no, nos pasará como a Kodak, que quebró porque su modelo de negocio se basaba en la escasez. Lo que tenemos que hacer hoy, en muchos casos, es plantearnos cómo sacar provecho de la abundancia.

Impacto y propósito

La segunda implicación es la exponencialidad. Las organizaciones crecen de forma exponencial porque aprovechan la abundancia. Airbnb es el hotel más grande del mundo y no tiene un solo hotel en propiedad. Google hace lo mismo con la información, Uber con los conductores, Netflix con los contenidos.

El propósito es la tercera implicación. A medida que satisfacemos nuestras necesidades básicas, empezamos a perseguir nuestras aspiraciones. De esta forma, llegamos al propósito, a la autorrealización. El propósito es una fuerza muy poderosa. El propósito de Google es organizar toda la información del mundo. El de Tesla es acelerar la transición global hacia una energía sostenible. De una forma u otra, todas las organizaciones empiezan a plantearse cuál es su propósito. Apple es un ecosistema que sitúa el propósito en su centro.

La pirámide de las cinco ‘P’

Positive Impact PyramidY es que ya no basta con innovar. La innovación sigue siendo importante, fundamental, pero hay que ir un paso más allá. La pirámide de las cinco P nos lo dice. Innovamos creando un buen Producto. Esto nos permite tener beneficios (Profit), porque sin ellos no vamos a ninguna parte. Pero no es suficiente. También es necesario ser sostenible, a nivel social (People) y medioambiental (Planet). Esto debe ser un imperativo para cualquier tipo de organización. Pero hay que ir más allá. Hay que contribuir a regenerar el mundo, hay que aportar positivamente. Esto es la cumbre de la pirámide, que es contar con un Propósito interno que permita tener un impacto positivo externo.

Nos podemos quedar en el beneficio, como las organizaciones tradicionales. Pero también podemos ir un paso más allá. Este impacto desbloquea abundantes oportunidades de negocio y de impacto positivo. Tesla, por eso, tiene mucho más valor en el mercado y en el mundo. Gracias a Tesla, la carrera tecnológica en el área de la energía se ha acelerado. Ha hecho que los demás fabricantes de automóviles empiecen a trabajar en el coche eléctrico. De esta forma, ahora hay muchas más personas y muchas más empresas tratando de crear un mundo mejor a través de su negocio. Así es que ya no estamos en la era de la innovación, sino en la del impacto positivo.

Crecimiento exponencial

Para crecer exponencialmente hay que seguir tres fases fundamentales. La primera es la exploración, que es cuando todavía no sabemos lo que no sabemos. La segunda es la evaluación, que es cuando queremos probar cuál es el camino adecuado. Y la última es el impacto, que es cuando escalamos. Estas tres fases exigen tres mentalidades, en las que vamos a operar de una manera totalmente diferente.

Estas dinámicas no solo corresponen a las startups, también son de aplicacicación a las corporaciones. Su problema fundamental, señaló Francisco Palao, es que casi todas ellas se sienten como un mamut. Perciben que pueden extinguirse en cualquier momento si no evolucionan, porque el entorno está cambiando mucho. El problema es que, al tratar de innovar en una organización, el sistema inmunitario siempre actúa, es decir, se produce una reacción interna que bloquea estas dinámicas.

La primera cámara digital que se inventó la creó un empleado de Kodak, pero sus propios jefes le dijeron que lo parase porque podía dañar a su negocio, y así fue.

Evolución

En definitiva, somos personas y la única forma de que evolucionen nuestros proyectos, nuestra vida, nuestras organizaciones, es evolucionando nosotros mismos.

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