La investigación realizada por el Catedrático Rafael del Pino Leandro Prados de la Escosura, muestra la evolución mundial del Índice Histórico de Desarrollo Humano (IHDH) entre 1870-2015, índice en el que se han logrado progresos significativos.
El profesor Prados de la Escosura señala que el gran impulso del desarrollo humano ocurrió entra la Primera Guerra Mundial y 1970. La salud y la educación experimentaron avances generalizados entre 1920 y 1950, una fase de reversión del proceso de globalización económica. Según el economista e historiador, esto evidencia una paradoja del desarrollo: crecimiento económico y desarrollo humano no siempre evolucionan al unísono.
Crecimiento económico y desarrollo humano no siempre evolucionan al unísono.
El estudio realizado muestra que el desnivel absoluto entre los países de la OCDE y del Resto del mundo aumentó desde 1870. Sin embargo, entre 1913 y 1970 las regiones en desarrollo acortaron distancias con la OCDE. Además, desde los años setenta, el progreso en el resto del mundo ha variado enormemente con experiencias simultáneas de reducción y agudización de las diferencias con respecto a los países avanzados.
A pesar de los éxitos iniciales en elevar el nivel de desarrollo humano, los experimentos socialistas del siglo XX no lograron mantener el impulso, y, con la excepción de Cuba, se estancaron y se rezagaron con respecto a la OCDE antes de la desaparición del modelo socialista.
Según los resultados de la investigación, la educación ha sido, en el largo plazo, la fuerza motriz tras la limitada convergencia en desarrollo humano de las regiones en desarrollo con los países de la OCDE.
La educación ha sido en el largo plazo la fuerza motriz de la convergencia en el desarrollo.
En el caso de la esperanza de vida, las regiones en desarrollo sólo lograron mejoras significativas durante la primera transición de salud. Y, desde 1970, mientras la mayoría de los países de la OCDE ha experimentado una segunda transición de salud, estas regiones han tendido a rezagarse.
El desarrollo humano mundial muestra una tendencia ascendente, multiplicándose por seis entre 1870 y 2007, a un ritmo de 1,3 % al año.
El profesor Prados de la Escosura señala que existe, no obstante, un significativo margen para mejorar. Si empleamos la distinción habitual entre el nivel ‘bajo’ (<0,55), ‘medio’ (0,5-0,7), ‘alto’ (0,7-0,8) y ‘muy alto’ (>0,8) de los Informes sobre Desarrollo Humano del PNUD, el desarrollo humano en el mundo estaba todavía en el nivel ‘bajo’ en 2015, siendo sólo “muy alto” en el club de la OCDE.