La libertad económica en la OCDE en 2007 alcanzó el nivel más elevado del último siglo y medio pero su evolución ha distado de ser lineal. Ésta es una de las conclusiones principales de la investigación realizada por Leandro Prados de la Escosura, Catedrático Rafael del Pino y de Historia Económica en la Universidad Carlos III de Madrid. El investigador señala que, entre 1850 y 2007, el aumento del índice supuso alrededor del tres cuartas partes del máximo posible.
La libertad económica puede definirse como ausencia de interferencia y coerción en las decisiones económicas de los individuos. Los mercados competitivos desempeñan un papel central en ella, pues protegen a los individuos frente a la intromisión del poder político (von Mises, 2006: 55). Seguridad de la propiedad privada, cumplimiento de los contratos, estabilidad de precios, barreras al comercio reducidas y recursos asignados mediante el mercado son características distintivas de un país económicamente libre.
El profesor Prados de la Escosura construye índices de las dimensiones principales de la libertad económica, que posteriormente combina en un índice histórico (HIEL), con el objetivo de analizar su evolución en las sociedades desarrolladas actuales, en concreto, en los países que formaban parte de la OCDE, entre el surgimiento del librecambio y el laissez faire a mediados del siglo XIX y vísperas de la Gran Recesión.
El índice muestra que, entre mediados del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, tuvo lugar un avance gradual y generalizado de la libertad económica. Hacia 1913 se había alcanzado, en promedio, entorno a tres cuartas partes del progreso total logrado en los países de la OCDE en 2007. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XX la libertad económica sufrió un severo revés.
La segunda mitad del siglo XX, sin embargo, trajo consigo una mejora. El cénit se alcanzó a comienzos del siglo XXI tras dos fases expansivas: los años cincuenta y, especialmente, a partir de 1980 (hasta la Gran Recesión de 2007). Tras un dramático declive durante la I Guerra Mundial y la postguerra, hubo una rápida recuperación hasta 1929, pero la Gran Depresión hundió la libertad económica de nuevo y, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, se había contraído hasta niveles similares a los de la década de 1850.
La mejora en la estructura legal y los derechos de propiedad constituyó el principal impulsor de la libertad económica.
El Catedrático Rafael del Pino señala que los países del noroeste de Europa y los de de origen europeo en ultramar se mantuvieron en cabeza a lo largo del tiempo, en tanto los del sur de Europa se rezagaron sistemáticamente. No obstante, hubo episodios de convergencia pese a que la clasificación por países se mantuvo estable.
Las dimensiones de la libertad económica han exhibido diferentes tendencias que confirman su complementariedad y componen una compleja imagen. Entre 1850-2007, la mejora en la estructura legal constituyó el principal impulsor de la libertad económica y la mejor definición de los derechos de propiedad supuso la contribución más importante a su avance desde 1850 a 1914.
El nuevo índice HIEL de Leandro Prados de la Escosura, accesible a través del Espacio Investiga, plantea preguntas acuciantes.