La nanoescala forma parte de nuestras vidas. Todos los días nos damos de bruces con ella, por ejemplo, cuando olemos un café. Sabemos que es café, aunque no lo probemos, porque huele bien. Algo se ha ido de ese café para saberlo y es un nanómetro. Cualquier medicina es de escala nano. ¿Qué pueden hacer los emprendedores para sacar partido a la nanotecnología? ¿Cómo conseguir financiación para esas start-ups de nanotecnología? Vladimir Bulović, director del Laboratorio de Electrónica Orgánica y Nanoestructurada de la Escuela de Ingeniería del MIT (MIT.nano) lo explica.
El ADN y la nanotecnología
Las herramientas actuales nos permiten ver la nanoescala e imaginar lo que podemos hacer con ella. Estos instrumentos nuevos nos permiten comprender por primera vez cómo funciona la biología. Fue fantástico secuenciar el ADN. Siempre es fascinante pensar que todas las células tienen ADN. Unas se expresan como cerebro, otras como riñón, otras como piel, pero el ADN es el mismo. ¿Cómo se consigue esa diferencia? Por la secuencia y el pliegue del ADN. Si no puedo ver el ADN a nanoescala, no puedo decir en qué se va a convertir esa célula. Ni cuál puede ser una solución médica que pueda aliviar un problema médico. Lo mismo sucede con los átomos que forman los semiconductores. Esto es muy importante si se quiere pensar en las baterías, o en cómo se va a conseguir el material más fuerte del mundo. Es la nanotecnología.
¿Esto es importante para el desarrollo de nuevas ideas? Los profesores jóvenes son el futuro, son los más importantes, estos son los que quiero que puedan conseguir sus aspiraciones. Solo lo van a conseguir si les apoyamos. Las facultades de ciencia e ingeniería son las que, básicamente, utilizan nanotecnología. En ciencias, el 51% de los profesores necesitan la nanoescala, el 17% va a investigar. En ingeniería, el 67% de los jóvenes utiliza nanoescala para sus descubrimientos. El camino hacia el futuro exige el nano. Estamos en el umbral del nano. Todas las ramas de la ciencia se ven afectadas por la nanoescala: medicina, ciencias de la vida, computacional, fabricación, materiales, estructuras, tecnología, todo lo cuántico, todo.
Nodo de innovación
Para conseguir el éxito necesito un nodo de innovación en nanotecnología porque, si no, habrá herramientas, pero no vendrá nadie. Hay tres cosas que es necesario hacer para fomentar la innovación. Primero, reunir a personas que proceden de distintas disciplinas. Es lo que nos permite avanzar hacia los inventos. Si vamos a reunirnos, tendrá que ser fácil el estar juntos. Luego hay que conseguir un ambiente en el que se quiera hablar. A lo mejor, alguien quiere hablar con alguien y contar sus planteamientos. Yo voy a pensar si esto es útil para mi planteamiento biológico. Quizá, lo que necesito es una plantilla para que crezcan las neuronas y poder conseguir un hígado artificial. Y tú me acabas de explicar, como ingeniero químico, que puedes conseguir esos patrones que estoy buscando. Acceso abierto y alcance son ideas esenciales.
Lo más importante para conseguir estos descubrimientos son fórmulas para transformarlos en algo que se pueda tocar. Así es que tenemos que pensar en qué necesitamos para pasar de lo que imaginamos a que lo puedan aprovechar cientos de personas. Siempre cometemos el error de pensar algo que es imposible de fabricar. Entonces tenemos que crear la fábrica y diseñar la tecnología. Esto se repite una y otra vez. Las etapas son descubrimiento, desarrollo temprano, desarrollo, escala y producción. Estas son las etapas que hay que superar.
Nanotecnología y financiacion
Si eres una start-up, tienes una edad buenísima para usar nanotecnología. Lo siguiente es hacer realidad esa idea. Ahí se llega al valle de la muerte. Solo una de cada diez ideas consigue financiación. Además, los inversores no van a aportar todo lo que se necesita, sino solo lo suficiente para llegar al siguiente valle de la muerte. En él hay que pedir más dinero. Los inversores lo hacen así porque quieren tener la certeza de que no dan demasiado dinero. También porque saben que las start-ups estarán encantadas de que las den lo que sean para superar el primer valle de la muerte.
El siguiente valle de la muerte es lo que pasa cuando se llega al momento del prototipo. Una cuarta parte de las empresas llegan a este punto. Lo siguiente es demostrar que se pueden producir millones de unidades del prototipo. No todas las ideas son escalables. Si se supera este último valle de la muerte, habrá que conseguir producir un millón de unidades y venderlas. La tasa de éxito es del 2% y todo esto son diez años. Sumando todo, se llega a los cien millones de dólares, lo que es difícil que alguien financie.
Abaratar el proceso
¿Cómo vas a impulsar una start-up de nanotecnología? Lo del valor social no convence a los inversores. El año pasado se invirtieron unos 160.000 millones en start-ups en Estados Unidos, y más o menos un 2% se invirtió en hardware. Conseguir estas nuevas tecnologías parece casi imposible. ¿Qué puedo hacer? Pues ahí está MIT.nano. Allí hemos comprendido que este proceso se divide en dos. La primera mitad es barata, pero la segunda es muy cara. Si se consigue que la primera mitad sea aún más económica, es fantástico. En MIT.nano cobramos muy poco por todo lo que conlleva la primera mitad. Se puede superar ese valle de la muerte.
Por supuesto, no va a ser fácil. Hay que trabajar, hay que conseguir el dinero inicial. Pero esos dos primeros valles, en vez de cincuenta, van a costar dos millones. Ese dinero sí que se puede conseguir de un inversor. Así es que llegarán el año cinco o el año seis y podrán decir que tienen el prototipo. O puedes darte cuenta de que el proyecto no es escalable y no te gastas quince millones, te gastas tres. Se trata de intentar otras ideas y de conseguir, por mucho menos dinero, que otras empresas lleguen a una etapa de semi madurez.
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