En los primeros meses del año ha surgido la preocupación por la evolución de la inflación. En los mercados financieros estadounidenses ha empezado a subir el tipo de interés del bono a diez años. Los inversores temen un aumento de la inflación a causa de las medidas económicas para superar la crisis del Covid-19. ¿Implica esto que la Reserva Federal estadounidense va a subir los tipos de interés? Anna Paulson, vicepresidenta del Banco de la Reserva Federal de Chicago, y Dennis Lockhart, ex presidente y director ejecutivo del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, describen la política de la Fed en el contexto actual.
La Reserva Federal, optimista
Paulson se muestra optimista de cara al futuro. Las cosas han ido muy mal para la economía estadounidense en el último año. La recuperación, sin embargo, ya está en marcha y evoluciona mejor de lo previsto hace seis meses. Además, cada vez hay más vacunas, con lo que parece que la pandemia del coronavirus va a poder controlarse. Por tanto, se estima que la economía norteamericana crecerá por encima del 6% en 2020 y 2021. Unas estimaciones que vienen apoyadas por una política monetaria acomodaticia y por paquetes de estímulo fiscal.
¿Está justificado ese optimismo de la Fed, teniendo en cuenta que todo depende de la evolución de la pandemia? La Reserva Federal cuenta con la ayuda de expertos médicos para analizar la realidad desde la perspectiva de la epidemiología. Sus previsiones, por tanto, incluyen los distintos escenarios derivados de la evolución del virus. Pero la Fed confía en que la vacunación ayudará a controlar la evolución del coronavirus.
La Reserva Federal y el empleo
La Reserva Federal también espera una pronta recuperación del empleo. Muchas personas que ahora están en paro trabajaban en los sectores de ocio y restauración. Esos sectores estaban creciendo antes de la pandemia. Por tanto, ahora deberían remontar el vuelo y volver a generar puestos de trabajo. Así es que el empleo empezará a recuperarse pronto. Esa reactivación, sin embargo, resultará más complicada a medida que pasen los meses. La pandemia puede haber inducido cambios estructurales o puede haber acelerado tendencias ya existentes. No se sabe si los trabajadores volverán a la oficina cinco días a la semana, o solo dos. Estos cambios van a desencadenar otros. ¿Dónde van a estar los comercios? ¿Y los restaurantes donde come la gente? A medida que se recupere la economía se irá viendo hasta qué punto han cambiado los comportamientos de empresas y familias.
En este contexto, la Reserva Federal ha revisado su estrategia a largo plazo. Antes de la pandemia los tipos de interés mostraban una tendencia a la baja en todo el mundo debido a factores estructurales como la demografía o la demanda de activos a corto plazo, que no se han visto afectados por la pandemia. Estos tipos de interés tan bajos generan riesgos y tienen consecuencias que afectan a la política monetaria.
Calentar el mercado de trabajo
Otra cosa que se observó tras la crisis financiera fue un nivel muy bajo de desempleo. Ciudadanos de raza negra y de origen hispano participaban en el mercado laboral norteamericano como no se había visto desde hacía tiempo. Esa participación estuvo acompañada de una inflación muy baja, por debajo del objetivo de la Fed del 2%. Esto también se incluye en el nuevo marco de referencia de la Fed. A partir de ahí, la Reserva Federal concluyó que no necesita preocuparse tanto si el paro es muy bajo, solo si es elevado. De hecho, ahora está pensando en calentar el mercado de trabajo, señalaron.
Otra forma de verlo es pensar en lo siguiente. En los periodos de baja actividad económica la inflación se hunde. Por tanto, en los tiempos de bonanza hay que plantear una inflación algo superior para poder tener una inflación media del 2%. Esto tiene que ver con el anclaje de las expectativas inflacionistas en ese nivel. Esto es muy importante cuando se quiere que la inflación no sea ni muy alta, ni muy baja.
La paciencia de la Reserva Federal
«Este año va a haber inflación, tanto por razones estadísticas como por la recuperación de la actividad y el empleo.»
La Reserva Federal, en consecuencia, va a ser paciente por lo que se refiere a los tipos de interés. Ahora están en cero y van a seguir ahí hasta que se llegue al pleno empleo y a una inflación del 2%. La política monetaria va a ser muy acomodaticia para que la inflación supere ligeramente el nivel del 2% durante un cierto tiempo. Es decir, este año va a haber inflación, tanto por razones estadísticas como por la recuperación de la actividad y el empleo. La cuestión es qué pasará después. Eso depende de las políticas monetaria y fiscal. Pero, también, de las expectativas inflacionistas, de cómo se fijen los precios y se acuerden los salarios.
¿Cuándo se considera que la inflación es moderada y cuándo no? En los últimos quince años, la inflación ha estado mucho tiempo por debajo del 2%. La preocupación es que las expectativas se sitúen por debajo del 2%, en vez de estar ancladas en el 2%. El Comité de Mercado Abierto debería buscar políticas que anclen las expectativas en el 2%. Esto permitiría a la inflación estar por encima del 2% durante un tiempo. Pero los riegos son asimétricos. Si la inflación supera los niveles objetivos, la Fed puede eliminar estas medidas acomodaticias.
Un mandato doble
La Fed tiene un mandato doble: conseguir el pleno empleo y tener una inflación baja y estable. Para conseguir alcanzar este doble objetivo utiliza todas las herramientas de que dispone. En marzo del año pasado, los mercados financieros se vieron afectados por la crisis del coronavirus. La Reserva Federal empezó a comprar activos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas para apoyar a los mercados. Todavía sigue haciéndolo. Este es uno de los factores que permiten que las condiciones monetarias sean acomodaticias. Probablemente, los tipos a largo plazo serán algo superiores. Estos tipos bajos han facilitado la recuperación. Los ciudadanos han podido comprarse un coche, hipotecar su casa, pedir prestado para que puedan sobrevivir su empresa. Es decir, estas políticas, que utilizan el balance de la Fed y los tipos bajos a corto plazo, son acomodaticias.
¿Suponen un riesgo para la estabilidad financiera? En este sentido, es muy importante recordar que la inflación y un desempleo reducidos son positivos. Si la gente tiene trabajo y las empresas ganan dinero, pueden devolver los préstamos. Desde luego, los tipos bajos pueden alterar los incentivos y existe una preocupación en los mercados financieros por la curva de tipos. Pero esto es parte de la política monetaria. La Fed fomenta ligeramente el riesgo porque esto anima a la creación de empleo, pero es necesario buscar un equilibrio. Los asuntos relativos a la estabilidad financiera están condicionados por políticas del primer orden que apoyan la estabilidad en términos generales.
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