Diego Rubio, Junior Research Fellow, History Faculty & Department of Politics, de la Universidad de Oxford, y Luis Cilimingras, Managing Director de IDEO en Londres, participaron en el Workshop on the Future of Government exponiendo sus puntos de vista sobre la situación de la educación en el momento actual.
Rubio hizo un breve repaso de la historia de la universidad recordando que, en poco más de un siglo, esta ha pasado de ser un lugar exclusivo y elitista a uno con el que la mayoría se siente identificada y que contribuye enormemente al progreso de nuestras sociedades. Sin embargo, los retos del panorama actual están haciendo de la universidad una institución cada vez menos relevante. Entre otras cosas, el mercado laboral está cada vez más saturado y los licenciados universitarios son cada vez menos útiles para las empresas. ¿Cómo revertir esta situación (mediante el emprendimiento)?
Las universidades nacen en el otoño de la Edad Media con el objetivo de gestionar el patrimonio de las élites y vertebrar los incipientes estados modernos. A mediados del siglo XIX había en torno a 8 mil profesores para 80 mil alumnos en toda Europa (menos que en Madrid a día de hoy). Esto cambia radicalmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se acuerda que sin un amplio grupo universitario las sociedades no pueden progresar. Hoy en día existen entre 17 y 40 mil universidades. En Reino Unido, por ejemplo, un 2.8% del PIB depende de las universidades (el doble de lo que contribuye la agricultura), y en países desarrollados en torno al 60% del PIB lo contribuyen los universitarios de una manera u otra. En países de la OECD, un año extra de educación incrementa de media el PIB en un 0.37%.
A pesar de todos estos datos, Rubio advirtió sobre un declive de la universidad, manifestado sobre todo en una situación de poca empleabilidad de egresados universitarios. ¿Qué está propiciando este cambio? En primer lugar, se debe a que la universidad española por lo general no está sabiendo adaptarse al cambio tecnológico al que venimos haciendo referencia durante todo el seminario, lo cual propicia el llamado “skills mismatch”, o el desequilibrio entre las habilidades que tienen los egresados y lo que piden las empresas. El 40% de empresas europeas, por ejemplo, dicen que no pueden encontrar la gente adecuada para hacer crecer sus negocios. Por tanto, hay que desarrollar métodos educativos más versátiles, ya que según varios estudios el 65% de los estudiantes de hoy desempeñarán roles laborales que hoy no existen. ¿Qué maneras hay de enfrentarse a este reto?
- Enseñar habilidades transferibles, como lo hacen las universidades anglosajonas. Las universidades españolas solo enseñan conocimientos, y esto hay que complementarlo con habilidades transferibles: modelos de “hazlo tú mismo” en que los alumnos pueden seguir su propio itinerario, etc. Además, pasar a un modelo en que no se enseñan disciplinas, sino a resolver los grandes problemas; quizá un modelo de “majors” y “minors” que permitan a los alumnos desarrollar diferentes áreas de conocimiento
- Uso de la tecnología: el e-learning va a crecer exponencialmente (el 98% de las universidades españolas ofrecen hoy en día algún tipo de titulación no presencial). Sin embargo, esto tiene un techo, y vamos a un modelo de “blended education”, en el que se aprende usando tecnología, jugando, colaborando, y compitiendo, como veremos en el ejemplo de la siguiente sección
- Llevar el uso de estas herramientas a la administración, al profesorado, a los departamentos de admisiones de la universidad. Estas herramientas pueden tener gran utilidad para determinar cuáles van a ser los temarios y los profesores de más éxito, como sistema de evaluación mutuo, de análisis predictivo, etc.
- Pasar a un modelo de aprendizaje a largo plazo. Es decir, que nuestros años de formación académica no culminen en la universidad, sino que sigamos estudiando posteriormente. Para 2050 está previsto que solo el 30% de la educación se reciba e imparta a nivel grado y postgrado, mientras que el resto se irá adquiriendo a lo largo de la carrera profesional de la persona, durante la cual se irá reciclando y adaptando a los cambios en el mercado y en la sociedad
- Promover la innovación en general: que todos tengamos fluidez digital, que se fomente el aprendizaje de materias STEM para todos los alumnos, así como la creatividad
Son muchos los cambios a realizar en nuestro(s) sistemas educativos, y no solo en cuanto a la modernización de los sistemas y procedimientos. Como cambio adicional, debemos buscar acercarnos a países de referencia a nivel educativo como Reino Unido en cuanto a los ratios de estudiantes locales/internacionales. Hoy la proporción de internacionales a locales en Reino Unido en comparación a España es de 17.5:2.5 a nivel grado, 69:20 a nivel posgrado y 24:3 a nivel profesorado. Debemos incrementar también la movilidad entre universidades españolas y extranjeras, y fomentar la involucración de alumnos con sus universidades más allá de la etapa universitaria, creando redes de ex-alumnos que retroalimenten y fortalezcan la institución.
Cilimingras hizo hincapié en que las iniciativas educativas a todos los niveles que surgen todos los meses en muchos lugares del mundo son esperanzadoras. En 2014 la empresa IDEO, por ejemplo, se alió con una gran multinacional peruana para contribuir a resolver el problema de la educación secundaria en Perú.
Empleando el método de “design thinking”, que empieza por conocer a las personas, entrevistarse con ellas y plantear soluciones que resuelvan sus problemas de la manera más directa posible, crearon lo que se llama la Innova Experience. La Innova Experience es uno de los 10 modelos de educación más innovadores del mundo, que aplica el “blended learning” (aprendizaje semi-presencial) y está teniendo excelentes resultados en Perú: el alumno objetivo del programa de IDEO es el 50% inferior de la distribución socioeconómica. Hoy por hoy, ya han conseguido que un 80% de esos niños estén en la universidad, en comparación a un 47% de los alumnos de colegios públicos y 60% de los privados en Perú.
Como dice su fundador, los retos sistémicos requieren soluciones sistémicas, y la Innova Experience es una de ellas. Con un modesto presupuesto, los colegios Innova son espacios flexibles, en que los alumnos aprenden con un ordenador, en que se usan más de 19 mil clases que han sido cargadas al sistema por profesores en los distintos centros y que cuesta a los niños 100 dólares al mes. La creatividad y la humildad son esenciales, y el propósito del proyecto es construir una cultura creativa con soluciones que resuelvan los problemas específicos de cada alumno.