¿Estamos a las puertas de la Tercera Guerra Mundial? La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha suscitado está inquietante cuestión. La respuesta a ello no es fácil. Para contestar a esta pregunta hay que entender lo que está sucediendo en Rusia. En especial, es preciso comprender quién manda allí y cuál es el plan de los dirigentes del país. Yuri Felshtinsky, escritor e historiador ruso experto en política soviética, rusa y ucraniana, analiza estos asuntos.
La guerra de Ucrania
La guerra de Ucrania se inició en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Entonces, Vladimir Putin también dio un discurso muy importante en Moscú. En él, dijo que Rusia iba a redibujar las fronteras resultantes del colapso de la Unión Soviética en 1991. Ese fue el día en el que Putin expuso claramente sus planes para el futuro.
Ese plan también incluye a los estados bálticos. Pero, en el año 2014, ya eran miembros de la OTAN, con lo que no resultaba tan sencillo su invasión. Por ello, Ucrania estaba en lo más alto de su lista y Bielorrusia en segundo lugar. Así es que, en 2014, Rusia se hizo con Crimea y propició un conflicto en el Donbass. Sin embargo, no pudo atacar Kiev porque es imposible hacerlo desde el territorio de Rusia. Solo puede hacerse desde Bielorrusia.
Bielorrusia y la invasión de Ucrania
La operación de Bielorrusia se produjo en 2020, antes de la ocupación de Ucrania. Es algo de lo que casi nadie se dio cuenta. En el año 2020, se celebraron elecciones presidenciales en Bielorrusia, que ganó el presidente Lukashenko en medio de acusaciones de amaño de los resultados. Esto desencadenó fuertes protestas en las calles que fueron reprimidas con la ayuda de las fuerzas rusas. A partir de entonces, Lukashenko se convirtió en un dictador títere manejado por Rusia. De esta forma, las tropas rusas pudieron entrar en Bielorrusia.
Bielorrusia es un territorio muy importante para Rusia porque abre las puertas a Europa. Por tanto, cuando las tropas rusas se instalaron en Bielorrusia, resultó muy claro que Ucrania corría peligro. Sin embargo, nadie pensó en una invasión. Incluso cuando Putin concentró tropas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, todo el mundo esperó que fuese un farol. No lo era, aunque tampoco al cien por cien. La idea era que Zelensky y Ucrania capitularan para evitar la guerra. Ahora sabemos que, justo antes de que empezara la guerra, Lukashenko llamó a Zelensky en nombre de Putin y le ofreció rendirse. Zelensky se negó. Este día Ucrania ganó la guerra contra Rusia.
Los planes de Putin
Todo el mundo pensaba que Ucrania iba a ser un paseo para los rusos. La idea era que, después, Putin desplazaría a sus tropas a Transnistria, una región de Moldavia donde hay población de etnia rusa. Putin esperaba poder controlar Moldavia rápidamente. Después, utilizando las tropas de Ucrania, atacaría a los estados bálticos a través de Bielorrusia.
Estos planes se basaban en la idea de que Occidente carecía de fuerzas convencionales suficientemente potentes para hacer frente al ejército ruso. Putin estaba convencido de que Rusia tenía que ser el poder hegemónico en el Este, y que sería cosa de seis meses. Pero no fue así porque Ucrania decidió luchar. Tras ocho meses de guerra, Putin no tiene ejército. Y no puede reunir uno nuevo porque, cuando quiso movilizar trescientas mil personas en septiembre, muchas de estas personas huyeron al extranjero.
¿La opción nuclear?
La UE, la OTAN y EE.UU. esperan que esta guerra se mantenga dentro de las fronteras de Ucrania y que no se provoque a los rusos. Es una posición perfectamente comprensible debido a la capacidad de Rusia de utilizar armas nucleares. Si el ejército ruso está a punto de colapsar, o Rusia de perder la guerra, Putin puede elegir la opción nuclear. Esta es la cuestión más importante. De no ser por las armas nucleares, esta guerra no nos preocuparía tanto.
El problema es que a Putin no le importa que la gente muera. El precio de la vida en Rusia no es alto. La sociedad está bajo control. La gente no tiene voz ni voto en lo que le pasa, no hay libertad de prensa, no hay oposición. Así es que Putin puede hacer lo que quiera. Por eso, está preparado para mandar a más gente a una batalla que no puede ganar con armas convencionales. Lo que tiene en mente es extorsionar a Occidente porque Rusia tiene armas nucleares. Juega con la idea de que podría usarlas si no se le cede Ucrania. ¿Qué hacer entonces?
¿Quién manda en Rusia?
Para responder a esta pregunta, primero tenemos que entender quién es Putin realmente y quién manda en Rusia de verdad. En 2014, como en 2022, la decisión de invadir la tomaron cinco personas. La primera, por supuesto, fue Putin. La segunda fue Nikolai Patrushev, ex director del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y ahora a cargo del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa. La tercera persona fue Aleksandr Bortnikov, actual director del Servicio Federal de Seguridad. La cuarta persona fue el ministro de Defensa, Serguei Shoighu. La quinta fue Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor del ejército ruso. De estas cinco personas, tres de ellas pertenecieron al servicio de seguridad ruso. Por tanto, no fue una decisión del gobierno, del parlamento o de cualquier otra institución rusa. Fue una decisión militar y del servicio de seguridad.
El problema, por tanto, es quién tiene el poder en Rusia. En Rusia estamos lidiando con el FSB. Es la primera vez en la historia en la que la institución de seguridad estatal está a cargo del país y del ejército. El problema, por tanto, no es solo Putin. Es más complicado porque tenemos que lidiar con una institución que se creó en 1917. La única que sobrevivió al colapso de la Unión Soviética. Ahora manda en Rusia, con la idea de desestabilización y enfrentamiento con Occidente. Por eso, esta guerra es un intento de destruir a un Occidente que, según Putin, compite contra Rusia. Por eso, no se puede parar esto si no se derrota a Rusia.
Base de lanzamiento
Ahora bien, es muy difícil derrotar a un país como Rusia, que tiene cabezas nucleares. Así es que tenemos que pensar en qué opciones tenemos. No vamos a poder parar a Putin en Ucrania. En algún momento vamos a tener que enfrentarnos a un ultimátum nuclear. Putin no atacará desde territorio ruso, para evitar represalias sobre Rusia. Lo que planea es lanzar armas nucleares contra Ucrania y Europa del Este desde territorio bielorruso, para que las represalias se dirijan contra Bielorrusia.
La única forma de evitarlo es gestionar el tema de Bielorrusia de forma preventiva. El régimen de Lukashenko es bastante débil. Parte de su ejército, en estos momentos, lucha en Ucrania contra Rusia y está preparado para liberar Bielorrusia. Hay un gobierno en el exilio formado por muchos opositores políticos. Hay opositores a Lukashenko encarcelados. Por tanto, Putin podría perder rápidamente el control de Bielorrusia, con la ayuda del ejército ucraniano. En este caso, por supuesto, declararía a Bielorrusia como parte de la Federación Rusa y la anexionaría. Así perdería la posibilidad de atacar a Europa desde territorios bielurrosos independientes. Bielorrusia seguiría bajo el control de Putin, pero se evitaría el riesgo de un ataque nuclear desde allí.
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